Por: José
Ma. Narváez Ramírez.
Así que siempre se salieron
con la suya los dizque representantes de nuestras leyes en el estado y le
dieron el gane al gobierno en lo que se refiere a los terrenos donde un día
estuvieron los gloriosos estadios de béisbol y de fútbol en la capital del
Estado… Les valió madre que esos terrenos fueran propiedad del pueblo, dijeron
que con la venta de ellos que se pague la Universidad Autónoma
de Nayarit, y háganle como quieran…
La máxima casa de estudios necesita el dinero y por
consiguiente haciendo de tripas corazón y bajo una fuerte presión al canto, se
dice que aceptará el arreglo que más bien parece un sainete de teatro barato
representado por unos burdos artistas que barruntan que salieron del atolladero
en que los metió el ex director de la compañía, cubriendo una deuda que aquellos
robaron y que ahora disfrazan con una vil trácala, al representar una comedia
furris que no divierte ni al apuntador.
¿Y cómo lo va a divertir si solamente es una burda faramalla
pésimamente interpretada por cómicos de quinta categoría?
Si se va a jugar con los derechos de un pueblo agorzomado,
engañado, saqueado, mal gobernado y tratado como un vil idiota, entonces
veremos de a cómo nos toca en el reparto de los reclamos justos de los
despojados.
Si ellos piensan que nuestros jóvenes de la tercera edad se
van a conformar con unas despensas de petate y unos cuantos pesos cada dos o
tres meses, están en un error, porque entre esos jóvenes veteranos de las
revoluciones, hay muchos inconformes por los adeudos millonarios que se les
deben, y están dispuestos a saltar las trancas al primer grito de guerra que
les obligue a reclamar en un alarido de protesta con el ¡ya basta! de
impunidades y latrocinios.
No sabemos si los jóvenes estén de acuerdo con los adultos
pero lo que sí aseguramos es que si alguien pone la muestra, no tardarán en
unirse ante las injusticias de las que están siendo víctimas, todos.
Los trabajadores del gobierno no tienen por qué soportar las
tiranías y esclavitudes que les causan los llamados patrones, no tienen que
pasar angustias cuando les están deteniendo sus sueldos y prestaciones, cuando
les están pagando apenas los aguinaldos del año pasado a mediados del presente
e ignoran cuál será la fecha en que les cubrirán los de fin de año. Ya estamos
casi en el mes de agosto, faltan cuatro meses para que se llegue la fecha de
pago y no se barrunta que haya algún arreglo para salir del atolladero.
Mientras se sigue alegando que no trabajan y que reciben (¿) un sueldo que no
desquitan. ¿Pero quién es el que en realidad no lo desquita?
Juan López Salazar tiene el deber de hablar por su pueblo y
por su Universidad. Tiene que poner los puntos sobre las íes en estos precisos
momentos en que se ocupa puntualizarlos correctamente. Con honestidad y
cabalidad. Con conocimiento de causa y efecto. ¡Por lo nuestro, a lo universal!
En ese formato de justicia y universalidad que se necesita y que todo aquel que
se llame universitario debe enarbolar.
Control… Señores… Control… Aquí no queda lugar para las
arrugas en el cuero…
No hay comentarios:
Publicar un comentario