Por: José Ma. Narváez Ramírez.
Los dichos siguen y
seguirán siendo la voz de la sabiduría popular y serán puestos al frente de las
regadas que algunos funcionarios cometen en contra de quien deben servir por
sobre todas las cosas politiqueras y no politiqueras… Tal y como juraron en su
principio de gestión…
Y “Aquiles Brinco y Allá Le salto” es otro de los dichos más
utilizados por Juan Pueblo para salirles adelante a sus servidores públicos,
que tratan a toda costa de minimizarlo en lo que corresponde a las fuertes
protestas por tanto “atole con el dedo” que le vienen soltando en cantidades
industriales.
Dijeron hace casi dos meses que harían obras de importancia
en el Infonavit El Mirador… y nada, parece que hasta aquí le llegó la historia
a este lugar o tal vez se pudo haber pensado que dos meses no son en realidad
un término perentorio en el “siempre” de la agenda de la ilusión que maneja el
gobernador ante sus corifeos.
Suena igual que cuando repite una y otra vez que le ha
llegado el turno a la agricultura, a la pesca y a la ganadería del estado y
viene repartiendo entre grandes espacios de tiempo unas migajas como partidas
presupuestales de valía entre algunos ciudadanos. Ahí tenemos los programas Rosa
y ese de los trescientos y algunos más que en billetes de a 500 cada tres o
cuatro meses se reparten entre los de la tercera edad…
Mientras se sigue jugando el dedo en la boca de los
nayaritas con promesas que de candidato soltó a quienes lo quisieran creer,
pero que nada más lo barruntan de las orejas para atrás…como emulando al gordo
del Chavo del 8: “óilo… óilo”…
Hay que darse una vuelta por la plazuela principal para ver
la gran cantidad de desempleados que deambulan dentro del mismo círculo haciendo
extraordinarios esfuerzos –todos- por estirar el dinero que a muy duras penas
portan para hacer sus compras en el mercado cercano donde los precios están
como si los subieran a la canasta básica a manera de piñata a la que muy pocos
le atinan… porque por un lado el gas casero ya le anda arañando al quinientón,
un kilo de carne sobre pasa los cien morlacos, los huevos andan queriendo valer
como si fueran de gringo –en dólares- y las verduras y los frijoles resultan
como damiselas alegres de compañía, cariñosas y muy revolcadas…
El cielo sigue tronando de coraje porque sus hijos están
siendo relegados a pordioseros y la mendicidad aflora por todas las calles del
centro histórico que más bien debía de llamarse centro limosnero…
Recuérdese que la hebra se rompe por lo más delgado y aunque
parezca en el gobierno que todo va por la calle de la felicidad, la triste y
dura realidad es desesperante: todo se está yendo por la borda y muy pocos o
solamente algunos se andan preparando para un movimiento revolucionario a causa
de que les adeudan varios millones de pesos… sí, de esos que dicen que se llevó
Ney, pero que los está recabando sus herederos...
Control… Señores… Control… Hasta creen que así les va a
creer Juan Pueblo que vienen los nuevos mesías en las próximas campañas… Sí
Chuy!!! Con los que están sobra y basta…
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