Con reformas a la Ley General de Turismo Diputados buscan proteger patrimonio cultural y natural de México

En la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, aprobaron ayer reformas a la Ley General de Turismo para establecer la obligación de la Secretaría de Turismo (SECTUR), para promover, en coordinación con las autoridades estatales y municipales, sector privado y social, la conservación de los destinos nacionales que posean actividades turísticas con el propósito de fomentar y desarrollar este importante sector económico del país.

Al fundamentar esta reforma, la diputada federal, Gloria Núñez secretaria de la Comisión de Turismo, destacó que México cuenta con 32 sitios inscritos en la lista de Patrimonio  Mundial, lo que engrandece el cúmulo cultural de la Nación proyectado a nivel internacional, por lo que el país debe actuar al tenor de las obligaciones que esto significa.

Desde la tribuna, y en representación de su bancada parlamentaria del PRI,  la legisladora nayarita reconoció que “es motivo de orgullo que México sea el país latinoamericano que más sitios inscritos tiene en la lista de patrimonio mundial, por lo que insistimos en que se preserve este legado con la armonización y perfeccionamiento de preceptos legales que fortalezcan la eficaz protección del patrimonio cultural y natural con un valor excepcional para México y el mundo”, afirmó.

Asimismo, la fracción parlamentaria del PRI aprobó una reforma más a la Ley General de Turismo para coadyuvar en la aplicación de los instrumentos de combate al cambio climático, para mantener la integridad de los procesos ecológicos y el cuidado al medio ambiente en los atractivos turísticos de México.

Núñez Sánchez instó a los diputados a no caer en la irresponsabilidad de “permanecer impasibles al cuidado del patrimonio natural y cultural de nuestro país, mientras el nivel del mar aumenta y hay incidencia de desastres naturales y fenómenos meteorológicos con mayor frecuencia e intensidad”.

En este sentido, Gloria Núñez, estableció a nombre de su bancada, que es necesario la administración eficiente y racional de los recursos naturales, de manera tal que sea posible mejorar el bienestar de la población actual sin comprometer la calidad de vida de las generaciones futuras en el desarrollo de la actividad turística, uno de los sectores económicos más importantes de México.