Hemos venido sorteando una
crisis feroz, incisiva, méndiga por todos los lados del cuadrado de la
hipotenusa que se le vea, al grado de que algunos cristianos agarran la chamba
por ejemplo, de taxistas, aunque a muy duras penas saquen para la rendida,
conformándose con los centavos que obtienen para el refresco y los tacos de
canasta, más paseados que güinza callejera… pero con eso engañan la tripa y
toman valor para enfrentar a la vieja… consorte… a la hora en que ésta les pide
para abonarle al tendero… al que a diario torea con las cuentas que se van
amontonando como las bolsas de basura en las esquinas de las colonias
tepiqueñas, que a diario son desperdigadas por los limosneros hambrientos que buscan
el taco nuestro de cada día… ya que los perros no alcanzan a llegar porque
aquellos los espantan a pedradas…
Y cómo andará la severa crisis que nos acompaña en este
juego politiquero de echarle la culpa al Ney de todo lo que le pasa a
Robertiano, pero lo cierto es que la responsabilidad es del que entra no del
que salió y si se llevó o no los
millones que se le achacan, pues a traerlo y punto, para que aclare paradas… Sirve
que de una buena vez se ponen los puntos sobre las íes en el feo asunto del estadio,
que se trata de nuestra máxima casa de estudios pero también la deuda no se
resuelve tan limpiamente como se barrunta, ya que los dineros que se le
birlaron no fueron producto de un escamoteo…
Bueno, pero no nos salgamos del tema, decíamos que andamos
agarrando la chamba que cáiga –sea como sea- porque no está el horno para
bollos y ya vemos al amigo ese bigotón que sale en el canal dizque “de la
gente” (como los estadios) disfrazado de Ausencio Cruz, aquel cuate que hizo
época antes de que Brozo se disfrazara de payaso y muy elegante protagonizaba
el papel de verdugo de Ausencio, recalcándole la famosa frase: “Lástima
Margarito”… y al parecer sigue haciendo méritos en campaña al haber aceptado
salir de ranchero pajón diciendo al unísono con una chamaca de muy buen ver que
expresan sus “gracias patroncito”… Fue calificado por la gente como
“deprimente”
Cómo andará don Ausencia que agarra este tipo de anuncios de
la tele pagada por el pueblo para el gobierno, con insulsos comerciales que
parecen confeccionados para tarados…
Los
del Ney estaban más simpáticos y pegajosos, estos valen lo que se le unta al
queso…
Y
hablando de anuncios valedores, ahí está el de la puntada que se avienta el
Congreso al poner a nuestro inefable locutor mejor conocido como “La voz del
azteca” (don Melquiades Sánchez Orozco) repitiendo para causar hilaridad entre
el público televidente, que en ese lugar siempre se trabaja… Óiga usted, lo que
hacen los centavos… Lo que siempre creí, es que el famoso paisano era una
persona seria e incorruptible…
Y
que me perdonen los compañeros de bancada periodística pero así andamos y nos
tropezamos con estas anomalías en la vida…
Control…
Señores… Control… que para engañar a nuestra gente no nada más se tiene que
echar mano de los famosos, sino que lo digan los de los cruentos programas de
“El clarividente” que presenta un tocayo de mi amigo Aarón… que al parecer le
pagó una feria a mi compadre Román para que dijera que lo había curado de un
padecimiento terminal, pero que estaba más sano que la Tongolele en sus mejores
tiempos…