Tepic, Nayarit., 16 de Noviembre de 2013.
Por: Lorena Meza Reyes
El día de hoy llego de
visita mi tío Nico, primo hermano de mi madre, el tío Nico tiene un especial
gusto por el tequila, el cual combina con su gusto por el estudio de la metafísica,
astrología, antropología, alquimia etc. Lo
que lo convierte en un personaje interesante y entretenido, puedes durar hora
escuchando como desarrolla cualquier tema con conocimiento, pero que no llegue
el tequila pues los temas los aborda con conocimiento pero singular alegría.
Llego hoy a casa, solo a
saludar, pero me gano la curiosidad y pregunte que hacía en tierras nayaritas;
contesto que lo traía por aquí las pirámides de Ixtlàn del Rio, y me dice:
Sabias que Ixtlán (donde abunda la obsidiana).
Su zona de influencia se
extendió por los actuales municipios de Ixtlán del Río, Ahuacatlán, Jala y
Santa María del Oro. Sus principales poblaciones fueron Cacalután, Tepuzhuacán,
Mexpan, Zoatlán, Xala, Jomulco, Tequepexpan, Camotlán, Tetitlán, Acuitapilco y
Zapotán. Cerca de la cabecera municipal de Ixtlán se encuentran los restos de
lo que fue el centro ceremonial más importante del área: Los Toriles.
En Los Toriles se encuentra una pirámide poco
usual en Mesoamérica, es una construcción redonda de 24 metros de diámetro por
cuatro de altura. Tiene cinco escalinatas distribuidas armónicamente en su
perímetro. En el muro que remata la parte superior se encuentran unas troneras
en forma de cruz. Probablemente este centro ceremonial fue dedicado a
Quetzalcóatl, personaje central de la cultura tolteca.
Las tumbas de tiro son las construcciones
funerarias más representativas del área, aunque aparecen otras modalidades como
las tumbas de fosa o fosas de tierra donde sepultaban a sus muertos casi a flor
de tierra.
La cerámica está constituida por vasos de
cuerpo esférico con alto cuello de paredes verticales y con triple soporte de
cascabel.
Los motivos ornamentales más frecuentes son
flores y mariposas estilizadas, cabezas de tigre y de venado.
Abundan las vasijas decoradas con rombos y
gajos de color blanco sobre rojo. Por las características especiales de la
cerámica y esculturas de esta región, se les conoce con el nombre de “estilo
Ixtlán”.
Las pequeñas esculturas de 30 a 40 centímetros
de altura se distinguen por los adornos consistentes en aretes y perforaciones
operadas en la nariz, donde colocaban uno o más aros.
De la rica cerámica Ixtlán, destacan las
maquetas de excelente acabado, por medio de ellas podemos intuir las formas de
vida, la organización social y la vida económica característica de estos
pueblos.
Hay maquetas que representan
casas, grupos en alguna actividad y canchas de juego de pelota. Son siempre
construcciones con vida y movimiento. Son, asimismo, dignas de mencionarse las
esculturas que representan guerreros, identificables por llevar un casco
provisto de pequeñas prolongaciones en la parte superior; el pecho se encuentra
protegido por una armadura y en las manos sostiene un bastón que hace las veces
de un mazo. Generalmente la parte inferior va desnuda.
Obviamente después de
escucharle atenta termine diciendo; no tío, no lo sabía.
Sé que después de esta
visita en la que se impartió algo de cultura de la tierra donde vivo, tendré
muchas más historias que compartir.