RECORDANDO
AMIGOS DE LA INFANCIA
Autor:
Ernesto Fletes Bernal.
Una vez me puse a
indagar el pasado, sobre los recuerdos de mis compañeros en la niñez, lo
primero que recordé fue a mi amigo Pepe, cuando estábamos en segundo año de
primaria, era por el año de 1948; a la salida de la escuela, nos juntábamos a
jugar bajo la sombra de un eucalipto muy grande, que se encontraba a un costado
de la Iglesia
del Señor de la
Misericordia , en la Colonia e histórica ciudad de Compostela,
Nayarit, allí jugábamos pichas, (canicas) casi todos los niños usábamos las
pichas que estaban hechas de cemento (piules) por baratas pero no duraban, se
quebraban fácilmente, en cambio los chaicos y bulones eran de buena calidad.
Cada juego tenía
su época, como jugar trompos, baleros o yoyo, recuerdo que los trompos para que
aguantaran eran hechos por carpinteros locales, con maderas duras como
tampiciran, palo fierro, roble, etc.
Ya cuando
estábamos en cuarto año, nos juntábamos varios del salón y a la salida de la
escuela a mediodía, nos íbamos a bañar a la alberca de El Molino, que estaba
recién construida -con tres trampolines- y allí nos enseñamos a nadar. También
hacíamos excursiones al arroyo donde había un balneario que se llamaba El
Asalto; ya que nos bañábamos caminábamos arroyo abajo a buscar capulines,
guayabas y nanchis y de allí nos regresábamos a casa.
Una vez
acordamos ir a robarnos las guayabas al potrero del Guachalacan, que estaba en
las orillas de Compostela, el hombre era muy iracundo, nos encontró dentro de
su potrero y nos correteó a caballo, salimos corriendo barriéndonos por debajo
del alambrado, nos asustamos y hasta la fruta tiramos.
Cuando estábamos
en cuarto año, nuestro maestro fue el Profesor Carlos Romero, en quinto el
Profesor Rafael y en sexto el Profesor Arcadia, todos muy buenos maestros y
alguno de ellos hábiles en el manejo de la reglita de tampicirán, para pegarnos
en las manos.
Recuerdo algunos
nombres de compañeros de sexto año, como Gregorio “Gollo” García, Jesús “El
Churras”, Agustín Camberos, Manuel Camberos, Álvaro Ulloa, Francisco Cibrián,
Serafín Monteón, Rogelio Borrayo, Francisco Silva, Alejandro Damián, Candelario
García, Benjamín Meza, José Luis Delgado, Candelario Paredes, Salvador Cortez,
Everardo Ramos “El Ejote”, Alfonso Estrada, Antonio Tadeo, Efrén Tadeo, Daniel
Rodríguez y Ernesto Fletes.
Algunos de ellos
que sus padres tenían posibilidades económicas, los enviaron a continuar sus
estudios a Tepic, Guadalajara o México, D.F., habiendo destacado varios de
ellos en diferentes profesiones, por lo cual siempre los he admirado, además
porque nunca han olvidado la tierra que los vio nacer.
A través de la
vida los amigos nos dispersamos, siempre en busca de oportunidades, de lograr
una mejor manera de vivir y a veces tropezamos con el fracaso, con el alcohol o
las drogas, perdiendo la visión principal que es la de mejorar siempre,
frenando nuestro propio crecimiento como persona, situación que limita nuestro
desarrollo y deja a un lado la responsabilidad, perdiendo familias, dignidad,
recursos económicos y felicidad; aunque dice un dicho que “el dinero no es la
felicidad y menos cuando hay poco”.
Sería
maravilloso un encuentro en Compostela con todos esos compañeros que aún,
gracias a Dios estamos con vida, para recordar nuestros inicios en este camino,
por esta vida que nos ha regalado el Creador.