África
Llegar… Bajar... Pisar
África y sentir su energía, esa que te recorre desde la planta de
los pies, te atraviesa las piernas y te llega al alma.
Sólo
entonces sabes que has llegado, sólo entonces sabes que estás, sólo
entonces reconoces que la magia está en ti.
La
magia…
África
es el continente de los colores, de la sonrisa, del abrazo y la
libertad. Gambia tan sólo representa una pequeña parte. Y, aunque
esté en una mitad, no se conforman con la mitad de nada y sí con la
otra mitad de todo. No sonríen a medias, no aman a medias, no
admiran a medias, no abran a medias y tampoco piden a medias.
En
Gambia por las mañanas los pájaros cantan rezos, el despertar del
islam es sólo un detalle que aceptar, pero cuya soberanía no impera
el resto del día. Los hombres trabajan, como tú; comen, como tú;
lidian las avenencias según el ciclo que la vida les regala, como
tú.
Y,
como tú, las madres amamantan a sus bebés, barren sus casas,
cocinan, admiran, sueñan, cuidan y curan, como tú.
Nada
es distinto, pero sí más pobre. Pobre para ti, no para ellos.
Sonrisas que curan las tristezas de los demás. Sus gentes, su
fuerza, su vida… ¿puedes sentirla?
Miradas
furtivas al horizonte esperando lo conocido que se puede controlar,
porque lo desconocido jamás se puede desear.
Mares
y tierras que traen el fruto de la supervivencia pensando que la
fuerza de la naturaleza es inagotable, abundante; sabiendo sin
reflexionar sobre la certeza de que, algún día, aquello que
tenemos, ya no lo tendremos más.
África
es la espera de lo que vendrá.
África
es la mano del amigo eterno.
África
es el vientre de la vida en espera que no para de engendrar.
África
es el barco que navega cargado de hombres, es el pájaro que vuela
alrededor de su presa mientras hace tiempo, es la Mama que pare sin
cesar construyendo el continente que da la vida eterna.
África
es el niño que juega descalzo para suavizar la tierra que pisa
creando la manta por la que tú caminas; es el sol que calienta; el
fuego que ejercita; la tierra que alimenta; el agua que limpia; la
oscuridad que guía; la mirada que penetra; el bebé que acaricia; la
mujer que embellece e inspira.
África
es mirar la mirada.
África
es emoción y VIDA.