Por: José Ma. Narváez Ramírez
Es comprensible que el
ingeniero Héctor González Curiel, presidente municipal de Tepic, a pesar de
todo lo que se dice en su contra, venga realizando una labor de zapa en su patria
chica metiéndole los kilos a un programa de trabajo continuo que requiere
buenas cantidades de billetes y una gran disponibilidad para estar presente en
eventos varios en los que la sociedad tepicense le agradece esta preocupación
por resolver la infinidad de problemas que diariamente enfrenta y por darles la
cara.
Una población que por lo regular todos los días padece
manifestaciones de inconformidad laboral y otras de diferente índole, y que a
pesar de la aglomeración de vehículos que el crecimiento de la misma trae
consigo y de la acumulación de personas en los centros de esparcimiento,
descanso y diversión –plazas publicas y lugares comerciales- y de intenso
trafico, igualmente proliferan las quejas ciudadanas por la falta de atención a
sus demandas.
A esto hay que agregarle las peticiones que constantemente
le hace el SUTSEM, instándole el pago de las deudas atrasadas y amenazando con
realizar paros y eventos iguales a los que ha venido efectuando con
anterioridad en las que los gobiernos municipales les adeudan, aduciendo estar
en su derecho y previendo las que se avecinan en un futuro inmediato que se
juntaran con las atrasadas y se hará más difíciles de cubrir.
Pero el ingeniero sigue adelante resolviendo las
dificultades que su municipio en todo su entorno geográfico le presenta, porque
no es solamente la cabecera que es Tepic, sino el resto del mismo que
corresponde a la parte del estado para el que fue elegido gobernar. Y por una
parte ha salido avante gracias a la ayuda del gobierno estatal que encabeza
Roberto Sandoval Castañeda, que a cada atore económico de la presidencia, sale
adelante con los centavos que necesita, haciéndose mas difícil la situación por
los sucesos meteorológicos que en esta temporada de ciclones abaten a nuestro
país recrudeciéndose en las zonas costeras, en la que obviamente esta ubicado
Nayarit. Es relativamente fácil catalogar estas salidas digamos emergentes que
cubre la administración del estado, al que también “le llueve en la milpa” y a
la que igualmente les sobrepasan los reclamos ciudadanos que son fuertes y que
están reciamente apoyados por la necesidad y la pobreza imperante.
Pero ante tanta exigencia y acumulación de apremiantes
solicitudes de auxilio, don Héctor González Curiel trata por todos los medios,
de salir adelante con el compromiso político que a dos anos de iniciado se echo
a cuestas y que habrá de salir avante al termino de su encomienda.
Control… Señores… Control… Es evidente que los problemas se
acentúan día con día, pero no podemos negar que González Curiel los ha venido
resolviendo de una u otra manera pero siempre adelante… Esperemos y ayudemos a
la causa, que es igualmente nuestra con voluntad, comprensión y entendimiento.
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