Mientras una gran parte de los adultos mayores piensan que a la gran mayoría de los jóvenes de hoy les interesa más inclinarse por el camino de las drogas, la música estridente –llámese rock pesado, de banda orapera- las desviaciones sexuales o todo lo que se balancea en el fiel de la vagancia y la despreocupación por el futuro… Que en una palabra prefieren el desmadre del vicio a la de dicaciónal trabajo, al estudio, o a algún tipo de comercio para sostenerse o ayudar asu familia, impulsados por la propia crisis… Aunque no es bueno pasar todo el tiempo escuchando música o bembeando al sexo opuesto, o tragando six tras sixen el bar, en la disco, en la playa o en la esquina… “Yo también fui joven”–dijera Carlos Quintanilla- conocido periodista sinaloense-…
Tal vez basen su comportamiento en los bajos sueldos que perciben, a la baja calidad de enseñanza en las instituciones correspondientes, a la carencia de empleo, o ala mala actuación de los funcionarios ineptos en el poder… o a todo en un conjunto, determinando que no vale la pena preocuparse por una situación que no mejorará aunque le metan el hombro y luchen por salir adelante, puesto que consideran que es mejor aprovechar el tiempo –¿o perderlo?- pasándolo mirando la tele, chacoteando con los cuates, actualizando su muro en el Facebook, pisteando, consumiendo estupefacientes… En fin: ¿Suicidándose paulatinamente por los “vericuentos” que conducen a la cárcel, a la prostitución, a las enfermedades, a la discapacidad, a la maternidad o a la paternidad irresponsables, a la locura o a la muerte?
Aclarando que existen casos excepcionales en los que destacan jóvenes en los estudios, los deportes, el comercio o en carreras cortas que llevan a resultados inmediatos y que gracias a su propio esfuerzo logran salir adelante trazándose una meta que consigue llevarlos al triunfo y al buen vivir. Inclusive en el difícil trayecto de una labor en la que se puede descollar en el éxito, desempeñando el trabajo de peluquero, panadero, carpintero, plomero, etc., etc.
Pero es mas fácil que el radio, la televisión o los mismos medios de información, le muestren o desvíen a los jóvenes (como decía El Chavo del 8: “Sin querer queriendo”), por su inexperiencia, su ingenuidad, las malas compañías… o llámele como usted quiera… Pero que esa desviación los orille al fracaso…Entonces ¿qué se puede hacer? Si son más proclives a la vagancia que a la superación personal… a la imitación de modas gringas o al “narcopower’ que nos llevan a la degradación y a la pérdida de los valores morales, de la dignidad y de lo que debía de ser lo más importante: la familia…
Tratemos de platicar con ellos… de llegar a su yo interno y ayudarlos a salvarlos no una y otra vez, sino todas las que se puedan… aunque nos tiren a locos y nos culpen a nosotros de ser los causantes de la vida –si se puede llamar así- que llevamos…
Control… Señores… Control… aunque nos tachen de cobardes por haber dejado a nuestra patria en manos de desgraciados,traidores y ladrones… Pero hagamos –cuando menos- algo por ellos, que son los que se quedan en este mundo de explotación y de mala administración de nuestros impuestos y de nuestra justicia…
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