Una guerra sin cuartel y mucho menos ejército

Líneas

Por: José Ma. Narváez Ramírez

Van a dar las doce del dos mil catorce este día último del mes de diciembre y las cosas se van a empeorar al grado de causar a los ciudadanos fuertes dolores de cabeza por razones relacionadas a su presupuesto, llegando a temer que se desate un golpe de recesión o algo por el estilo y se venga un “desmadriate” general en el cual se desprenda un verdadero “deschóngue” en nuestro sistema de gobierno.

         A unos cuantos días de la llegada de la Navidad, y cuando el pueblo viene celebrando con banda y chúpe sostenido las tradicionales posadas, entre compra y venta de artículos de manufactura extranjera y nacional, entre ellos los vinos y licores, la cerveza y los tanguarnices de distintos sabores y colores, capoteando las tarascadas de los polis basculeros con pasamontañas o con cascos baciniqueros, o de los tránsitos caza briagobertos con el aparatito detector de borracheras y drogos, al volante; nuestros juniors se desplazan raudos y veloces entre el maregmágnun vehicular zigzagueando entre los demás bólidos que se atoran en cada esquina por razón de los semáforos o de un genízaro color tamarindo que pretende cascarles una mordida a como de lugar para sacar lana y llevarle regalo a su gente o a su “lo que usted quiera”, el chiste es morder…

         Mientras los jóvenes de infantería se juntan en bandadas de peregrinos para ir a deambular por los barrios de la ciudad en busca de una posada desbalagada donde haya bailongo y chúpe a discreción… El regreso se hará como Dios le permita y con el Jesús en la boca rogando pasar desapercibido entre el fuego graneado de las diversas policías de la ciudad.

         Total que Control… Señores… Control… hay que divertirse pero con mucho cuidado de faltar a la ley, porque se lo llevan al tanque y sale peor el remedio que la enfermedad, máxime si lo agarran con mota o con polvo de la marca-narca errónea… Porque saldrá más perjudicado que nunca en la historia que se está grabando en el presente… ya ven lo que dicen que hicieron con el archivo general del Estado, dizque lo vendieron como papel viejo en 90 mil pelucos… Ah, raza… y le echan la culpa a un ex presidente del congreso… hoy flamante funcionario ¿será? ¡Felices posadas, paisanos! Hay que chupar, pero con medida…