En el marco de las
políticas restrictivas de la educación superior en México y el embate
permanente contra las universidades públicas que ha caracterizado las últimas
décadas, la Universidad Autónoma de Nayarit enfrenta hoy día una situación
límite. Los acontecimientos recientes, y las formas en que fueron sucediendo,
han dejado evidente una serie de problemáticas internas que requieren un serio
proceso de análisis y reflexión. Esta crisis no sólo se limita a una situación
de insolvencia económica o falta de subsidios, la crisis pone al descubierto
-además- aspectos de la vida interna de la institución que necesitan ser
urgentemente atendidos: formas de organización interna, normatividad y
regulación de la actividad académica y administrativa, transparencia y
rendición de cuentas, formas de representatividad y gobierno, elección de
autoridades universitarias, entre otros temas.
La
coyuntura actual exige que la discusión y el debate sobre nuestra universidad
pública se hagan de frente a la ciudadanía, al ser una institución que tiene
-sobre todo- una función social y se debe al financiamiento público y las
contribuciones de los ciudadanos. Es momento de que la universidad se muestre
abierta a la discusión y análisis de su vida interna. La falta de pagos de aguinaldo
2014 y primera quincena de enero 2015, así como la situación de insolvencia
financiera del Fondo de Pensiones y Jubilaciones han evidenciado una serie de
problemáticas internas que la universidad arrastra de varios años atrás: la
falta de reconocimiento de plazas por las instancias federales de la SEP,
el déficit reiterativo de cada año de subsidio ordinario para pagos de sueldos,
salarios y prestaciones, el déficit de presupuesto para el programa de becas al
desempeño docente y la irregularidad de su funcionamiento, los adeudos del
impuesto adicional del 12% para el patronato universitario de parte de
administraciones municipales y estatales pasadas y algunas actuales, las dobles
plazas, las plazas ocupadas por personas que no se presentan en los centros de
trabajo así como por personal contratado para fortalecer las posiciones de los
grupos políticos al interior de la institución que no cuentan con el perfil
necesario para elevar la calidad de los servicios que la institución presta,
entre otras situaciones de gravedad que requieren de una solución urgente.
El
conjunto de estas problemáticas demuestran lo complejo de la situación
universitaria y la urgencia de un proceso de transformación institucional, en
vista de aspirar a una mejor universidad pública para Nayarit. No es posible
partir de posiciones simplistas ni diagnósticos parciales sobre la coyuntura
actual y la exigencia del entorno hacia nuestra universidad. No es un asunto de
protagonismos ni de denostaciones de ideas opuestas entre quienes hacemos la
universidad, entre sus sectores o entre sus grupos. Se requiere de la
participación de todos y todas. Con tristeza reconocemos que la administración
actual encabezada por el contador público Juan López ha demostrado hasta el
momento una insuficiente capacidad para reconocer, afrontar y proponer
soluciones a la crisis institucional de la universidad.
Los
discursos surgidos de los líderes de los sindicatos y del presidente de la
federación estudiantil han tendido a polarizar la responsabilidad de los
distintos actores, señalando incluso -de manera indirecta- distintos niveles de
culpabilidad de las diferentes partes: estudiantes, administrativos, docentes o
investigadores, ya sea por sus conquistas laborales, por sus condiciones de
trabajo, por sus modos de organización política o su ausencia o falta de
participación, entre muchos otros delicados señalamientos. La situación actual
nos involucra a todos, incluso a la ciudadanía en general, en distinto grado de
participación y corresponsabilidad.
Como parte
de la comunidad universitaria y de la sociedad nayarita, creemos necesario y
urgente impulsar un nuevo proceso de transformación institucional que haga
frente -en principio- a la insolvencia financiera y debilidad institucional
interna, para después y con el compromiso de todos y todas construir una
universidad que responda eficientemente a los desafíos de nuestro Estado y sus
comunidades para el siglo XXI. Una universidad que reasuma su papel como de
agente de cambio social, como espacio para la investigación y generación de
conocimiento de frontera y para la solución de nuestros problemas sociales.
En
ese marco, llamamos a establecer un diálogo permanente sobre la universidad, al
tiempo que también nos sumamos a las distintas voces que han señalado la
necesidad de reencauzar el rumbo, pero siempre que sea con la participación de
toda la comunidad, con capacidad de incluir las diferentes visiones y
despejar las inquietudes posibles en un marco de transparencia, inclusión y
democratización universitaria.
En
ese sentido, quienes conformamos este grupo de opinión y que en distintos
momentos hemos manifestado nuestra postura a través de análisis, percepciones y
disentimientos sobre el acontecer social, político y económico de nuestra
región y nuestro estado, siempre con la intención de contribuir a una opinión
pública más informada y crítica, hacemos una invitación directa a los líderes
de los sindicatos universitarios, a los líderes estudiantiles, así como a los
distintos movimientos de empleados universitarios y estudiantiles recientemente
organizados, a un diálogo sobre la situación y la coyuntura de la universidad
con el fin de encontrar estrategias de solución a la diversidad de
problemáticas que hoy enfrenta esta noble institución pública.
Por
este medio señalamos nuestra disposición a colaborar en un profundo análisis de
los distintos ámbitos problemáticos de la universidad, con los actores
universitarios, con especialistas y con la ciudadanía; reafirmando nuestro
compromiso en contribuir al fortalecimiento institucional y a la superación de
la presente crisis, la cual de no atenderse de manera seria y cuidadosa llevará
-en el mediano o en el largo plazo- a una agudización de las actuales
condiciones que presenta el Alma Mater de la sociedad nayarita.
SENTIPENSANTES:
Lic.
Raúl Alamillo Gutiérrez
Lic.
Marco Alanez Olvera
Mtro.
Andrés Augusto Arias Guzmán
Mtro.
Luis Antonio Bonifaz Moreno
C. a
Dr. Pablo Eduardo Cancino Marentes
Mtro.
Ricardo Daniel Dueñas Castañeda
Mtro.
Carlos José Escalona Camargo
Mtra.
Hilda Antuanett Espinosa Fragoso
Dr.
Carlos Enrique Flores Rodríguez
Mtra.
Olivia María Garrafa Torres
Mtra.
Francisca López Regalado
Dr.
José Antonio Madera Pacheco
Dr.
Carlos Rafael Rea Rodríguez
Lic.
Manuel Rebolledo Antúnez
Mtra.
Karla Yanin Rivera Flores
Dr.
José Luis Quintero Carrillo
Mtro.
Joel Salas Suárez
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