Si bien Platón reconoció que ser gobernado por los peores hombres es consecuencia de desentenderse de la política, el hecho es evidente tras analizar el estatus que guarda nuestra entidad que con todas las oportunidades y fortalezas que le constituyen, ha sido degradada y menospreciada, dejando una deuda y estancamiento político que resulta colosal cuando analizamos las declaraciones de quienes la gobiernan y/o gobernaron.
"La presidencia municipal sólo es para los pendejos y los muertos de hambre"; declaración de un ex gobernador de Nayarit que sin merecer nombrarlo, asegura que su vástago será el próximo gobernador de la entidad.
Estimados lectores, Nayarit inicia un proceso electoral que le significa la oportunidad de renovar estrategias gubernamentales que permitan a nuestra gente salir de la pobreza a la que nos han anclado personajes de la talla de este empresario qué, sin ninguna carencia en su cómodo vivir, asume el régimen gubernativo mexicano como un producto más que sus millones pueden comprar, faltando el respeto no sólo a los gobernantes municipales en turno, sino a la población, a la cual, evidentemente desdeña y califica seguramente con los mismos adjetivos que a los munícipes.
La Constitución ha colocado al municipio libre como la base de la división territorial y de la organización política y administrativa de los estados para darle una individualidad relevante, siendo una forma de descentralización por región desde el punto de vista legal y doctrinario.
Durante el régimen del general Porfirio Díaz, los ayuntamientos fueron agrupados en divisiones administrativas con diversas denominaciones desde partido, distrito, prefectura o cantón; sus titulares fueron etiquetados de crueles e injustos por los medios que utilizaban para preservar el orden y la paz, medidas opresivas que sepultaron la libertad de las comunidades sojuzgadas, acciones que culminaron en el movimiento revolucionario; por ello, con el triunfo de la revolución de 1910 fueron eliminadas las jefaturas políticas y es en la Constitución de 1917 donde se plasma el restablecimiento del municipio libre en el artículo 115, por lo tanto, encontramos que nuestro sistema de gobierno cuenta con tres niveles de acción: el municipal, el estatal y el federal.
Por las barbas de Platón, a usted que lee estas líneas, le suplico de manera atenta analice concienzudamente su voto, comprenda que si en algún momento le brindó confianza a este personaje para gobernar el Estado y las cuentas que entregó distan de una condición de calidad para las familias nayaritas, entonces, su eje rector de gobierno, en definitiva no fue la población; ¿por qué esperar que en tres años más, cuando "adquiera" la candidatura y la regale a su vástago, nosotros como pueblo, debamos aceptarla?, peor aún ¿qué más debemos escuchar de los empoderados para darnos cuenta del verdadero grado de democracia en el municipio, el estado o el país?, ¿por qué si somos más, una esfera reducida establece las autoridades y dicta las acciones en beneficio propio?
Experimentamos con nuestro sistema una centralización agobiante de la federación respecto a los estados y de éstos respecto a los municipios, situación que ha preocupado a los diferentes gobiernos emanados de la revolución y a la población de todo rincón del país.
Las consecuentes administraciones municipales tienen no sólo el derecho sino la obligación de consolidar, ejercer y fortalecer la autonomía de la célula básica del sistema de gobierno: el municipio. Aquella administración que se presente decidida a hablar de los temas de adeudo y necesidades a resolver sin tapujos ni agradeciendo a quienes son responsables de dicha condición, aquella administración que genere un cambio interno en la vieja estructura y tenga la decisión y voluntad para modificar a cuentagotas, con mucha paciencia y sapiensa los hoyos negros completamente sabidos por la gente, por los servidores públicos, por los de casa y los ajenos, aquella administración pública que no le dé vergüenza que le digan "pendej@ e idealista" por haber salido del gobierno sin la riqueza que tanto se platica, por eliminar el rito y la vieja práctica del "año de Hidalgo", será en definitiva, no la más querida entre los personajes que negocian el poder y los cargos públicos como si vendieran refresco pero sí, el ejemplo del camino a seguir para la desintoxicación del manejo tanto de las finanzas públicas como de los programas establecidos para que nosotros como ciudadanos, dejemos de ser, por las barbas de Platón "pendejos, muertos de hambre" de justicia y equidad social...
¿Sabe usted que en sus manos está la solución, la desintoxicación y la nueva página de nuestra historia? Apuéstele a las candidaturas independientes e identifique cuando éstas sean contagiadas por el mal de los siglos de los siglos, si es así, modifique su voto y cuéntelo a quien más confianza le tenga... recuerde que la mejor propaganda es la de boca en boca, mientras se consolida la posibilidad de contender sin el respaldo de los partidos políticos que se pelean la titularidad, una servidora y amigas buscamos consolidar una innovación gubernamental... créalo, es posible, el precio que hemos pagado es alto, involúcrese en los procesos y no venda su voto por una presentación de la banda de moda o un paquete completo de souvenirs del candidato en turno.
Soy Yanin Cortés, servidora y amiga; ésta, su columna El Pulso del Tiempo, gracias por su tiempo y lectura... nos leeremos!