Esta semana celebramos a las mamás y no podemos en esta
tribuna pasarlo por alto, quiero reconocer y felicitar a todas las mamas de Nayaritas
que aunque estemos en uno u otro extremo, sierra o playa, urbana o rural,
coincidimos seguramente con lo maravilloso que es ser mamá.
Este congreso con el mayor número de mujeres en su historia
y ahora si ya casi todas mamás hemos trabajado y estamos trabajando para
avanzar lo más que podamos en la construcción de la igualdad para mujeres sea
cual sea su edad, sean madres o no lo sean.
Y hago el recuento que nos permite decir que con acciones
celebramos a las mamás y todas las mujeres nayaritas.
*Se han eliminado las juntas de avenimiento en los procesos de divorcio que lejos de conciliar
re victimizan a la mujer.
*En el mismo sentido se eliminaron las causales de divorcio para
dar paso al divorcio sin expresión de causa.
*se legisló para garantizar los derechos de la mujer
lactante en el estado y es el congreso ya muestra de ello, al contar con un
espacio destinado para este fin.
*Se legisló para otorgar sin costo a las mujeres que han perdido
un seno a causa del cáncer una prótesis mamaria.
*se legisló para erradicar la violencia obstétrica que
muchas madres sufren en los momentos de parto.
*Se legisló para erradicar el matrimonio infantil que es
considerado una forma de discriminación contra la mujer y sin duda estaremos muy pronto legislando la
igualdad horizontal y vertical en los procesos electorales y por el
feminicidio.
En todas estas circunstancias hay madres y no dejaremos de
trabajar por ellas y por todos.
¿A que aspiramos? A que cada vez tengan mejores condiciones,
a que sean las leyes que promovamos, no varitas mágicas sino puntos de partida
que nos permita avanzar y traducir las reformas en esfuerzos de todas las
instituciones para garantizar igualdad y que esto nos permita pasar de las
madres buenas a las madres plenas y felices.
Me explico…
No queremos madres buenas, no queremos escuchar más…
¡Qué buena mi madre!
Qué buena mi madre que trunco sus estudios porque llegaron
los hijos.
Que buena mi madre, que dejos su carrera al contraer
matrimonio para que mi padre continuara la suya y ella cuidará de la familia.
Qué buena mi madre,
que tiene dos empleos, ordena la casa, atiende a los hijos, prepara las comidas, aunque para eso tenga que dormir
la mitad del tiempo que dormimos todos y dejar de muchas cosas que le gustan.
Qué buena mi madre, que es madre y padre y carga ella con la
responsabilidad de todo.
No, queremos madres plenas y felices, con oportunidades de
estudio y empleo, con igualdad en la casa, en el trabajo y cualquier espacio
que se desempeñe, libre de violencia, con igualdad de tareas distribuidas en el
hogar y si es madre soltera con los derechos de alimentos y parte del padre
estrictamente cumplidos.
No víctimas, no mártires, Madres plenas y felices.
Aquí seguiremos haciendo lo propio para que así suceda.