· El Summit “COMERCIO MÉXICO–NORTEAMÉRICA: MÁS ALLÁ DEL
T-MEC” organizado por COPARMEX, reunió voces relevantes para plantear una
agenda estratégica para el desarrollo.
· La colaboración entre los sectores público y privado es
clave para aprovechar las oportunidades y mitigar riesgos en el contexto
internacional actual.
· México debe aprovechar el T-MEC y otras alianzas para
posicionarse como un actor clave en la región de Norteamérica.
Consolidar a México como un socio comercial clave en
Norteamérica y potenciar su papel en los mercados globales requiere visión,
estrategia y unidad. Ante un entorno internacional marcado por tensiones
comerciales, nuevas regulaciones y cambios geopolíticos y geoeconómicos,
COPARMEX impulsa una agenda trinacional que promueve la competitividad y
apuesta por una integración económica que genere bienestar para las empresas y
las familias mexicanas.
Con el objetivo de reunir a representantes de gobierno,
líderes empresariales y expertos en comercio exterior, la Confederación
Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) llevó a cabo el “Summit Comercio
México–Norteamérica: Más allá del T-MEC”. El encuentro sirvió como plataforma
para analizar el impacto del tratado trilateral en la economía de la región,
identificar rutas para aprovechar al máximo sus beneficios y plantear
alternativas que permitan diversificar mercados, impulsando así la competitividad
de las empresas mexicanas a nivel global.
La jornada arrancó con la charla inaugural “Perspectivas de
Comercio Exterior: retos y oportunidades para Norteamérica”, donde participaron
Juan José Sierra Álvarez, Presidente Nacional de COPARMEX, y Marcelo Ebrard
Casaubón, Secretario de Economía. Este diálogo abrió el espacio para
reflexionar sobre el futuro del comercio regional en un contexto internacional
convulso.
Durante su intervención, Juan José Sierra resaltó la
importancia de fortalecer la integración regional y diversificar los mercados.
“Este Summit es un punto de encuentro para el diálogo informado y constructivo.
Nos reunimos con el propósito de analizar el impacto del T-MEC en la economía
de México y Norteamérica. Identificar estrategias para maximizar sus beneficios
y al mismo tiempo explorar alternativas que nos permitan diversificar nuestros
mercados de exportación y fortalecer la competitividad global de las empresas”,
declaró.
Por su parte, Marcelo Ebrard, destacó que estamos en una
transición hacia un sistema más proteccionista en el que ya no se compite
únicamente por ventajas comparativas, sino por el costo de acceso a los
mercados. Señaló que: “Dentro de ese sistema nuevo, aún por definir en su mayor
parte, lo que tenemos que buscar es que las condiciones de México sean las más
favorables que las de los demás con los que competimos, esa es la meta”.
Además, comentó que en el marco de las tensiones entre Estados Unidos y China,
México tiene la oportunidad de aprovechar sus tratados para diversificar
mercados y expandir su presencia comercial en Asia Pacífico. Lo expresó así:
“Podemos dar el brinco a convertirnos en un país exportador a muchas regiones
del mundo. No hay una razón estructural para no hacerlo. Hoy, estamos
orientados principalmente hacia Estados Unidos —es lógico y no lo vamos a dejar
de estar—, pero podemos
cualitativamente convertirnos en un país mucho más importante
en nuestras exportaciones a otras regiones del mundo”.
Posteriormente, se llevó a cabo el panel “Análisis de la
política arancelaria actual”, cuyo objetivo fue ofrecer una visión integral de
los impactos que los aranceles generan en la inversión, el comercio y la
competitividad. Participaron Brenda Estefan, profesora del IPADE Business
School, y Lila Abed, Directora del Programa México del Inter-American Dialogue,
bajo la moderación de Nimbe Ewald, Consejera Delegada de la Relación con
Estados Unidos de COPARMEX.
El Summit continuó con la conferencia “Del T-MEC a la
Integración Estratégica”, a cargo de Kenneth Smith, quien en su momento fue
jefe negociador del tratado y Fernando Treviño, Vicepresidente de Asuntos
Internacionales y Laborales de COPARMEX, como moderador, quien ofreció una
visión sobre los retos y oportunidades para la competitividad de nuestro país
en la región. Enfatizó que, aunque el T-MEC brinda cierto blindaje frente a
aranceles, persisten riesgos por nuevas investigaciones de seguridad nacional en
Estados Unidos. En su exposición insistió en que la nación debe asumir un rol
protagónico a través de políticas públicas eficaces, impulso a la innovación y
promoción de encadenamientos productivos regionales.
En la sesión “Reflexiones de la Gira a Washington”, Juan José
Sierra compartió las conclusiones de la visita de COPARMEX a la capital de la
Unión Americana, subrayando el valor del diálogo institucional como herramienta
para construir confianza, defender la democracia y fortalecer los mecanismos
binacionales de cooperación económica. “Esta gira es un punto de partida, es un
primer paso hacia una agenda sostenida de trabajo, de influencia, de
incidencia, de relacionamiento. Volvemos de Washington con nuevos aliados, con
propuestas concretas, con oportunidades de colaboración que se traducirán en
proyectos reales para nuestras empresas y nuestra región“, puntualizó.
Durante la clausura del Summit, Fernando Treviño,
Vicepresidente Nacional de Asuntos Internacionales y Nimbe Ewald, Consejera
Delegada de la Relación con Estados Unidos de COPARMEX, destacaron la
relevancia de continuar construyendo una agenda estratégica entre sectores
público y privado para aprovechar el contexto internacional actual.
Este encuentro demostró que el T-MEC representa más que un
tratado comercial: es una plataforma para construir una región más próspera,
incluyente y resiliente. La diversificación de mercados, el impulso a la
innovación y la garantía de un entorno legal confiable son pilares esenciales
para avanzar hacia una integración económica que beneficie tanto a las empresas
como a las personas.
Fortalecer la relación bilateral con Estados Unidos
representa una prioridad estratégica para México en temas como inversión,
comercio, migración, asuntos laborales y seguridad. Por ello, la Confederación
promueve una agenda empresarial binacional sustentada en el respeto, el diálogo
y la colaboración entre sectores. Es necesario impulsar mecanismos de
cooperación, contribuir al desarrollo compartido y defender principios que
posicionen a México como un actor clave en la región.