Líneas
Por: José Ma. Narváez Ramírez.
Hablar seriamente del Honorable
Congreso del Estado, es meterse en camisa de once varas hoy que la gran mayoría
de los ciudadanos se refieren coloquialmente a nuestros diputados
calificándolos simple y llanamente de inservibles… Pero cuando se trata de
aprobar una ley o de un préstamo para tal o cual órgano oficial, ahí están los
legisladores al pie de la cureña… aunque se reúnan de vez en cuando y aunque reciban
muy buenas pagas, compensaciones y demás dineros –en especial- de fin de año…
así se estila…
Que
a veces hacen sus acuerdos “en lo oscurito” o analizan leyes sin hacerlo
público hasta que de “un de repente” se ocupan, pues se han convertido en
prácticas “normales” del congreso, pero los diputados de las diferentes
bancadas siguen recibiendo en sus oficinas diferentes visitas diariamente, en
las que destacan los individuos que van a pedir ayuda monetaria u orientación legislativa
–casi siempre de la primera- aunque “hay, pero no para todos”, porque está
sujeta a diversas circunstancias de índole personal, que no caritativo, o cosa
por el estilo. Además integran diversas comisiones de mucha importancia para el
buen desarrollo de la comunidad y se consideran relevantes.
Las
sesiones se verifican cuando existe quórum legal o sea asistencia mayoritaria,
y casi siempre es así, aunque se dan casos en que algunos de ellos no se
presenten, aduciendo causas –por lo regular- de fuerza mayor. Averiguarlas,
correspondería al honorable cuerpo de honor y justicia, que a nosotros los comunicadores,
realmente no está dentro del régimen de credibilidad forzosa, pues ya sabemos
cómo se las gastan cada uno de ellos y no es dable hacer público los defectos
de aquellos que gozan de fuero y de estabilidad económica.
Así
y todo, se dan a la tarea de legislar aprobando o desaprobando tal o cual
propuesta de ley o de darle entrada a equis proyecto “sesudo” propio o de
fuera, que al fin y al cabo lo que les sobra es tiempo y de ninguna manera
tienen urgencia de sacarlo de inmediato, por el contrario se opta por
archivarlo en el cajón del sueño de los justos.
Solamente que esta propuesta venga del
gobierno del estado, entonces sí, se hace el amasijo (tamal) correspondiente y
se somete a aprobación – que casi siempre resulta- de la mayoría.
Cabe
agregar que las señoras y los señores diputados tienen que tener dote de
oradores, (como por ejemplo el señor Manuel Hernández Escobedo “El Pelón”) que
las demuestran (o simplemente las muestran) cuando suben a la tribuna, para
exponer o defender o atacar, según sea lo conducente. Ya son muchos años de
experiencia…
Esto,
dura tres años y se convierte en un peculiar desfile de personajes y
“personajas” hacia el edificio de la calle México (dos o tres veces por semana)
a bordo de sus flamantes carros adquiridos (por vía general) gracias a
préstamos directos (regularmente conducidos por bien adiestrados chóferes), y
muy bien enfundados en trajes de finas telas o vestidos (las damas diputadas)
de caché, (los hombres) de color negro y corbata acorde al utilizado por su
partido-, para celebrar las sesiones correspondientes y recibir –poco tiempo y
muy medido- las propuestas en vivo que les hacen los ciudadanos que los visitan
en sus cubículos… en realidad ocupados por sus representantes porque ellos
solamente acuden a los eventos de orden oficial y muy contadas ocasiones
atienden “a la prole”… únicamente el mero mero da la cara en horas determinadas,
y es el que decide.
Nuestra
gente (el pueblo) ha venido soltando calificativos despectivos no nada más a
los legisladores sino también al presidente de la república “y a los otros”,
pero estos se hacen los sordos y el mundo sigue rodando envuelto en las hojas
escritas en los medios informativos… que el vulgo llama: chayoteros…
Control…
Señores… Control… no se les olvide que el pueblo está representado en el
Congreso por un diputado para cada uno de los distritos en que se reparte un
Estado y por lo tanto tiene vela en los acuerdos que toman o desaprueban, y al
parecer, nada se les escapa, por ello reciben sus buenas prebendas,
prestaciones o como se les llame: representan a la ciudadanía y por lo tanto
nos merecen respeto aunque no sea “el de la mayoría”… La que supuestamente les
brindó su voto…