Por: Yanin Cortés.
México atraviesa un periodo de incertidumbre y busca aminorar a través de campañas de difusión los estragos provocados sexenio tras sexenio por malos manejos administrativos, estrategias inconclusas, aplicación de violencia no sólo para enfrentar el crimen organizado sino cualquier manifestación de inconformidad como el caso de las reacciones despertadas por la reforma educativa, todo ello, prueba de la nula importancia de la opinión pública respecto a las acciones y ejes de gobierno.
En Nayarit desde el pasado miércoles, maestros integrantes de la Sección 20 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) tomaron la decisión de realizar paro de labores debido a un cúmulo de arbitrariedades de parte de la autoridad estatal y funcionarios de los servicios de Educación Pública de Nayarit (SEPEN) hacia sus derechos.
¿Cuál es la denuncia de los maestros inconformes "tachados" de "grilleros" por el ejecutivo estatal? La retención de 22 millones de pesos, la falta de tacto y menosprecio hacia el gremio magisterial.
¿Cuál fue la respuesta del gobernador de la entidad? Cero tolerancia al "terrorismo educativo", denuncia de desvío de recursos para proselitismo de personajes del magisterio interesados en cargos de poder y la falta de compromiso de quienes están a cargo de la educación de miles de niñas y niños que sin ser ni estar inmiscuidos en un problema añejo de falsas ideologías, sin valores ni principios, hunden a la matricula y condenan a la población a un oscurantismo insalvable.
¿Qué dicen los padres de familia? Como en toda situación de enfrentamiento, existe polarización entre la sociedad, aquellos allegados al gremio magisterial comprenden el daño irreparable para la formación de los más de 200 mil alumnos que resultan afectados tras la decisión del paro, pero comprenden también la necesidad y el derecho de los maestros a ser remunerados en tiempo y forma y con todas las garantías de la ley; sin embargo, existe otro tanto de padres de familia, quienes aseguran, el movimiento tiene fines partidistas, políticos y ensucian el verdadero objetivo y razón de ser de los educadores.
En todo momento repaso de forma mental que "el respeto al derecho ajeno es la paz" y que si el gobernador está molesto por la falta de tacto y compromiso de los maestros, les cumpla en tiempo y forma y no utilice argumentos que en todo caso, fueron y no han dejado de ser, estrategias de su propio equipo de trabajo para llegar hasta el cargo que hoy ostenta.
Nada hay de oculto en que la presidencia municipal de Tepic es utilizada, -por lo menos los más recientes periodos electorales-, como trampolín para alcanzar la gubernatura. Hoy día, el Alcalde Héctor González Curiel ha sabido sortear las peripecias de una administración hundida en la miseria, con tremendo endeudamiento qué, a voz, ojos y oídos de quienes laboran dentro del barco, es nada menos y nada más, responsabilidad del ejecutivo estatal en turno... la razón: ambiciones personales y proselitismo para lograr el triunfo electoral.
Con una situación económica precaria del Estado, con una capital colocada entre la lealtad al nuevo gobierno o la realidad que flota en las calles, con maestros inconformes, trabajadores que reciben un pago quincenal sí y otro no, familias molestas por el "terrorismo gubernativo" y otras tantas, claro, por el "terrorismo educativo", ¿cuál es el mensaje que le daremos a los miles y miles de jóvenes en formación básica que miran de un lado a otro el pin-pon de dimes y diretes entre las autoridades y los subordinados?
Para usted, amable lector, con gobiernos faltos de educación que exigen lo que ni ellos mismos son capaces de cumplir, con maestros sin paga y con paga pero faltos de compromiso con el futuro de México, es decir, nuestros hijos, con una sociedad dormida o con amnesia que primero apoya la causa y luego huye y pretende lanzar la piedra al monstruo que dio vida ¿qué tipo de terrorismo es el que vivimos, el educativo o el gubernativo?
Soy Yanin Cortés, servidora y amiga; ésta, su columna El Pulso del Tiempo, gracias por su tiempo y lectura... nos leeremos!