Líneas
Por: José Ma. Narváez Ramírez.
Mañana se inicia una semana más
de jolgorio deportivo con la pelea del
Canelo Álvarez y el domingo el último juego del mundial de futbol entre
Alemania y Argentina, cuyos resultados ni nos va ni nos viene, pero “gracias” a
la caja idiota y al repiqueteo de algunos medios vendidos a Televisa, nos
siguen estupidizando con juegos que deberían ser un entretenimiento y no un
apendejamiento mediático.
Mientras
nuestro estado se despierta de la modorra política que lo ha mantenido por más
de cien años atarugado y hoy se abre a una nueva etapa de cambio en el que se
ve involucrado un doctor honesto y valiente al que le toca desempeñarse con
talento y capacidad en un escenario donde impera la mendigues y el saqueo
impune. Y en donde es imperiosamente necesario, de una buena vez, sacar la
casta por un pueblo desmadejado, tirado al olvido y dejado de la mano de Dios
engañado por aquellos que tienen la obligación de ayudarlo pero, no a bien
morir –como está sucediendo en nuestra tierra- sino a salir adelante en todos
los órdenes en donde impere el bien.
Viene
otra sarta de engañifas que empieza con una empresa oriental que llega como la
anterior: a hacer lo mismo bajo el señuelo de que va a pagar bien a quienes le
trabajen, y resultan con salarios de miseria; luego siguen bastos con el
cacareado puerto de altura del que todos sabemos que es un sueño guajiro, y
cierran el telón el canal centenario, la conclusión de la platicada hasta la
saciedad, carretera de los quince minutos, entrampada en las argucias
legaloides de los terrenos ejidales en espera de una paga justa y no una compra
“ahuevoluntaria”, y el “negociazo” de La Loma que dejó a todos más estupefactos que a los
comerciantes de ella que fueron defenestrados y se levantaron módulos y una
cafetería para hacer jugosos negocios familiares y “compadreros” (como los que
hacen los parientes en Jalisco) y todo bajo el marco de 100 millones de pesos…
que no se han aclarado.
Todo
esto está obligando a crear un partido nuevo integrado por trabajadores para
defender sus intereses, sus hogares, su bienestar y no seguir a expensas de los
mismos malandrines de siempre que están traicionando a la patria desde allá
arriba, en donde está la cumbre del sistema, hasta estas últimas células que
son la MAYORÍA
de las presidencias municipales de nuestra entidad, y en las que se han
adueñado de ellas las familias politiqueras.
Este
es la realidad de las elecciones: Polo –con su equipo de trabajo- tienen que
hacer un papel de titanes para combatir la corrupción, y tengan ustedes la
seguridad de que no lo harán solos, sino con el apoyo de la gente del pueblo,
que ahora ha comprendido que cuenta con un aliado en el gobierno, un hombre que
los quiere ayudar con integridad y con un valor a toda prueba.
Control…
Señores… Control… Aunque estamos luchando contra una barrera de soberbia y
testarudez, hemos de ganar la contienda a pesar de la disparidad de fuerzas, ya
que ellos tienen el mal llamado poder y nosotros tenemos la voluntad férrea de
nuestros corazones.