Una charla con
la Sra. Rosa Matilde Hernández Moreno, fundadora y primera presidenta de los
clubes de la Tercera Edad
-Señora cuéntenos de su experiencia
como fundadora de este organismo.
-La fundación de los
clubes de la tercera edad se dio el 26 de junio de 1982. Cuando se presentó el
Acta Constitutiva. En ese entonces estaba como Gobernador el señor Emilio M.
González; y a iniciativa de un grupo de señoras motivadas por la señora María
Eugenia Espriu de Delgado, en aquel entonces esposa del Diputado federal Celso
Humberto Delgado Ramírez. La señora Espriu tuvo la brillante idea de organizar
el Club de la Tercera Edad a través de grupos voluntarios, y esa gran actividad
social que desarrollamos dio fruto, se consolidó a los años de una manera
institucional. Empezamos como un grupo local y llegó a cimentarse por todo el
estado; empezamos con Compostela, con Acaponeta, Santiago, y principalmente
Tepic.
-¿Quiénes
fueron las fundadoras?
-Quisiera
mencionarlas a todas, pero una disculpa si se me olvida alguna; de las
fundadoras recuerdo a la señora María Eugenia Espriu de Delgado, María Elena
Lora de Torís, Raquel Jiménez, Aurelia López Sánchez; y he de mencionar a
alguien muy importante, también fundadora, la Senadora Margarita Flores
Sánchez. Recuerdo a Esperanza de Rivas Allende esposa del Presidente Municipal
de Tepic José Manuel Rivas Allende, Esperanza como Presidente del DIF Municipal
en aquel entonces, quien nos ayudó muchísimo a la causa. Todas éramos un equipo
de trabajo. Fui la primera presidenta durante bastante tiempo como 5 años hasta que llega a
la gubernatura el licenciado Celso Humberto Delgado.
-Y continúan
con el proyecto.
-Sí, usted sabe que
hasta la fecha cada administración lo ha ido consolidando pero quiero destacar
que en la actualidad el señor Gobernador Roberto Sandoval y su esposa Ana Lilia
López de Sandoval, han hecho todo lo posible por apoyar y consolidar los
trabajos de la Tercera Edad que redunda en beneficios para los adultos mayores.
-¿Cuántas
personas iniciaron el Club de la Tercera Edad?
-Éramos 25 mujeres,
y recuerdo también que en aquel entonces hubo un gran baile para marcar los
inicios de los trabajos del Club de la Tercera Edad, fue en unos de los salones
del Hotel Fray Junípero. Un evento en el que se invitaron a los socios
fundadores, entre ellos personas muy relevantes de la localidad, como el
Ingeniero Mengibar. Como socio honorario estaba don Emilio M. González, que por
cierto nunca aceptó ser de la Tercera Edad. Poco después empezamos a trabajar,
a reclutar a los ancianos de la Tercera Edad. En el dichoso evento que le
cuento se dieron a conocer los lineamientos y estatutos del Club, gente como Silvia
Lirios, nos dividimos en voluntarios, y los socios fundadores quienes nos
dieron la patadita para iniciar los trabajos: las voluntarias recibimos cursos
para apoyar a la gente de la tercera
edad, cursos de geriatría con maestros que vinieron de México para
capacitarnos. Primero tuvimos nuestras instalaciones en el ex Convento de la
Cruz, un lugar que nos prestaron las autoridades en funciones, donde
presentamos la primera convocatoria de la Tercera Edad, y llegaron más de 100
personas de la Tercera Edad en esa primera convocatoria, y tuvimos que
improvisar para apoyar con los trabajos de inicio, las señoras que sabían
cantar o que tenían habilidades para algo pues se incorporaban para realizar
actividades con los ancianos. Después de durar un tiempo en el Ex Convento, nos
cambiamos al famoso ICANAY, el centro cultual donde nos apoyó el maestro
Enrique Hernández Zavalza que era director en esa dependencia. Así fue
creciendo la Tercera Edad con mucha gente, primero en Tepic y luego por todo el
estado; una de las pilares para la organización fue Lupita Márquez de Pimienta
en Compostela, ella trabajó Bahía de Banderas, entonces era todo Compostela.
-¿De qué manera
se les ayudaba a los adultos mayores en aquel tiempo?
-Le voy a ser
franca, en aquel entonces estuvimos 5 años sin nada de presupuesto,
trabajábamos a base de voluntad social, y si llegaba el Día del Anciano, algún
aniversario, era salir a pedir apoyo a las señoras voluntarias. Pero en ese
entonces no había ayuda como despensas, no considerábamos a los ancianos como
gente que tenía necesidad de un apoyo económico, porque ellos no iban a
pedirnos apoyo económico, ellos querían terapia.
-¿En el
gobierno de don Emilio M. González inició este proyecto, pero cómo se consolidó
finalmente?
-Conforme van
pasando las administraciones se va consolidando para hacerse una institución, ahorita
es el famoso INAPAM, donde ya tienen presupuesto federal, el Gobierno del
Estado les ayuda. Pero yo le puedo informar de lo voluntario, los trabajos
fueron maravillosos, en equipo en unidad, y la sociedad nos respondía
regalándonos para nosotros dar a la gente; pero nosotros dábamos lo que más
necesitaban los ancianos, dábamos atención a sus emociones, afecto y buen
trato.
-Cuando Celso
Humberto Delgado Ramírez llega a la Gubernatura de Nayarit y con su esposa la
Primera Dama María Eugenia Espriu como fundadora de su organización supongo que
les fue mejor en el Club de la Tercera Edad.
-Ahí es donde ya
surge una interrelación entre federación y estado para apoyarlos, pero aún
seguían los trabajos voluntarios; la organización se consolidó firmemente en
otros gobiernos, con Rigoberto Ochoa, con el gobierno de izquierda Antonio
Echevarría donde no paró el apoyo; pero aquí lo que hay que hacer hincapié es
cómo se concretó un trabajo social voluntario de personas de buena voluntad,
que finalmente dio frutos a favor de las personas mayores que en ese entonces,
1982 estaban marginada y discriminadas; teníamos un lema que todavía lo
recuerdo: “Integrar al anciano a procesos activos y productivos para la
sociedad y su familia”. Esa palabra “anciano” se fue modificando porque había un movimiento con
Euquerio Guerrero en el Distrito Federal que él era el que presidia el INSEN en
ese entonces, el Instituto Nacional de la Senectud, el que manejaba el
organismo rector, el que lo conducía de manera autónoma, ese organismo es el
que vino a motivarnos acá por medio de la señora María Eugenia Espriu. Euquerio
tenía la finura y la manera para actuar a favor de los adultos mayores pues
hasta hubo un decreto para empezar a integrar a la sociedad los derechos para
la Tercera Edad, hoy la Tercera Edad está en el manual de Derechos Humanos.
-¿Cómo estaba
integrado el Club de la Tercera Edad en su organigrama, eran voluntaria
acaudaladas?
-Había voluntarias
que eran las obreras, y voluntarias honorarias que eran las que de vez en
cuando nos apoyaban, pero había gente de todo, de todos los extractos sociales,
había de élite y recuerdo a una Adelita de Escalona, gente relevante que nos
apoyó, también nos apoyaba el club Rotario, y gente modesta que echaba la mano.
Tantas mujeres hermosas que nos ayudaron.
SIDEBAR:
Merecen una
vida plena: Margarita Flores
En Compostela, Margarita
Flores asistió como invitada especial a la celebración del 30 aniversario del
Club de la Tercera Edad, acompañada de Lupita Márquez de Pimienta, una gran
mujer que inició el club en el municipio, en donde estuvieron presentes sus
hijos orgullosos por los logros alcanzados por su dedicación y entrega, así
como de María Eugenia Spriu de Delgado, quien inició en el estado con la
formación de estos grupos.
“Me siento muy
orgullosa de estar presente, ya que en estos grupos del club de la
tercera tuve la oportunidad de iniciar trabajando, en apoyo a los
grupos vulnerables”, manifestó la Senadora al recordar que fue parte de las
organizadoras del primer club de la tercera edad en Nayarit, donde se unieron a
la noble causa grupos voluntarios.
El Club de la Tercera Edad
tiene la
finalidad de hacer sentir productivos a los adultos mayores del municipio que adquieren
aptitudes, para ayudarlos a mejorar sus ingresos y su calidad de vida, señaló
la Senadora por Nayarit, al mencionar que todos los miembros de las familias
nayaritas merecen una vida plena, y llena de alegrías.