Por
Marcos Trujillo
Saludos
cordiales amigos, hoy nos llega una denuncia de familiares de internos del
Cereso Venustiano Carranza de Tepic, los cuales se encuentran sumamente
preocupados por el verdadero ambiente que se vive dentro de este centro
penitenciario y que no trasciende hacia la ciudadanía, debido al férreo control
que mantienen presos integrantes de cárteles de la droga que han hecho de esta
prisión, su centro de operaciones.
Nos
dice la señora “X”, para llamarla de algún modo y guardando el respectivo
anonimato por temor a represalias, que el Cereso en su interior se encuentra
controlado en el área de hombres por un sujeto llamado Blas y en el área de
mujeres por una persona de nombre Karina o Karen, ambos presuntos miembros del
temible cártel de los Zetas, los cuales han establecido un esquema totalmente
comercial para con los presos, a efecto de cobrar por todo, desde el bofe o
comida que deberían de darle gratuitamente a los internos, a razón de 20 pesos
por día, hasta la llamada “talacha” o limpieza de las áreas sanitarias, pues
quien no quiere hacer esta labor paga la cantidad de 38 pesos semanales.
Nos
dice la informante que en el Venustiano Carranza se encuentra de todo: drogas,
vinos, cervezas, abarrotes a precios exorbitantes, todo lo cual es surtido por
personal especial con el visto bueno presuntamente de quien dirige la prisión,
es por ello que a los familiares no los dejan meter comida, para que adentro el
negocio sea redondo.
Si
hay mal comportamiento de algún reo, si escupe en el piso o si tira basura, hay
vigilantes que de inmediato los reportan y esto amerita una sanción de 300
pesos. Si alguien inicia una riña, recibe una multa, aparte de la sanción que
quieran aplicarle los “señores” del Cereso.
Las
camas se alquilan, hay un hotel en donde el que tiene dinero puede hacer uso de
las mismas, pero para quien desea comprarla, el costo es de 1600 pesos, eso sí,
en cómodos abonos semanales.
En
cuanto a la droga, nos dice la informante que se vende la llamada “piedra”, las
pastillas de metanfetamina y el denominado “cristal”, cada dosis por la módica
cantidad de 20 pesos. En este caso, la denunciante refiere que en muchos casos,
los internos piden fiado en las tiendas
del Cereso mercancía que después intercambian por las dosis de droga o por el
vino que por cierto corre a raudales.
Ahh
pero el problema viene cuando los internos no pagan a tiempo, ya sea porque sus
familiares no les llevaron dinero o porque no les ajustó lo que tenían, pues
entonces tienen que enfrentarse a los cobradores, cuya misión es propinarle
severas golpizas a los drogueros, hasta dejarlos severamente lastimados, para
que así “motiven” a sus familiares a pagar cantidades que en ocasiones alcanzan
los 500 o 600 pesos semanales.
La
denunciante indicó que ha sido testigo de un caso en donde a un joven lo
golpearon tanto que no resistió y finalmente murió, aunque claro, a los familiares
del mismo le notificaron otra causa del deceso. Además refirió que como parte
del ajusticiamiento de los deudores, se han dado dos casos de drogadictos que
han sido encontrados presuntamente ahorcados pero con huellas bastante notables
de golpes.
Y
es que el Cereso Venustiano Carranza, a decir de esta denunciante, es por
dentro, muy distinto de cómo lo pudiera imaginar la ciudadanía. Una vez que los
visitantes entregan la tarjeta después de pasar por dos puntos de revisión, se
entra a población y ahí se puede encontrar la zona de comedores a mano derecha,
junto con la cocina y el área de enfermos mentales. Más adelante está un templo
de la Luz del Mundo, donde los seguidores de esta creencia realizan sus cultos.
Hay lavaderos, comercios en donde se pueden encontrar varias cosas que a un
buen precio se pueden adquirir, restaurantes de mariscos, de carnes,
restaurantes de comida casera, una zona donde hay comercios que venden el cuero
y los implementos para hacer los cintos pitiados, hay una nevería, 3 tiendas de
abarrotes muy bien surtidas, hay también dos templos más, uno de la iglesia
católica y otro de los Testigos de Jehová, es más, hay hasta un casino donde se
juega baraja, dominó y otras suertes, con apuestas serias y en firme que deben
pagarse sin excusa ni pretexto, so pena de acabar casi muerto a golpes o
colgado de alguna reja.
Finalmente
la denunciante comentó que existe una zona muy exclusiva, donde al parecer está
el verdadero jefe de la prisión, el “jefe de jefes”, señor y dador de vida en
el Cereso de Tepic.
Cuál
es el objetivo de dar a conocer esta denuncia, le pregunté a la señora, madre
de dos internos, y me respondió: “señor, temo por la vida de mis hijos, uno de
ellos se droga y a veces no me alcanza para pagar sus deudas, yo quisiera que
algo pudiera hacerse para evitar todo lo que se vive en la cárcel, por eso le
pido que lo haga público, a ver si las autoridades toman cartas en el asunto”.
Qué
tal… Ahí está la denuncia y su narrativa.
En Voz Alta vamos denunciando las porquerías que
nos tienen en la ruina, si quieres participar, escribe a marcostru@gmail.com,
manda mensaje en facebook.com/juanmarcostrujillo y en whatsapp en el
3112600136. Le cae al que se raje…