LA CREME
Por Norma Cardoso
Siguen los robos en los
Fraccionamientos Los Limones, Ferrocarrileros y Tierra y Libertad. Los robos
están a la orden del día, pero la gente no quiere denunciar, únicamente, avisa
a su vecinos para que tengan cuidado con los “amantes de lo ajeno”.
Por ejemplo, hace unos días en la
calle Principal y Diseño Industrial, en Los Limones, muy temprano, estaba una
camioneta de unos cuarenta años atrás, de esas que apenas camina, pero que para
sus dueños es una necesidad, ya que es una herramienta de trabajo; pues este
vehículo se encontraba con un vidrio
roto, lo rompieron para sustraer lo poco que tenía de valor en su interior.
Otro robo fue en un taxi amarillo
que se encontraba en una cochera; de ahí se llevaron bocinas y un radio; y
resulta que ya hay alguien lo está utilizando, nos dicen; se sabe por el código
que cada radio tiene, esto en el Fraccionamiento Los Limones.
A una estudiante de preparatoria,
tres jóvenes le arrebataron su mochila cuando regresaba de su escuela, ahí llevaba su celular, esto fue en el bulevar
Colosio, en las inmediaciones de fraccionamiento Ferrocarrileros y Tierra y
Libertad, a plena luz del día.
En el Fraccionamiento
Ferrocarrileros “alguien” intentó robarse una antena de un automóvil; pero no
pudo llevársela, solo la dañó y así para nada le servía.
A los “grafiteros” nadie los puede
poner un alto; en cuanto ven una pared recién pintada o un espacio libre, luego, luego, se van contra ella; toda esta
zona está grafiteada.
Hay algunos jóvenes que les gusta
juntarse después de las nueve de la noche en estas zonas, solo para causar
escándalo en la vía pública, tomar bebidas embriagantes, injuriar y hasta amenazar a los transeúntes o
vecinos;
Además hay aquellos que toman la
vía pública como cancha de futbol, dañando
carros y quebrando vidrios de ventanas.
Hace falta mano firme en estos
casos, quitar de raíz estos problemas, que se aplique el reglamento de Policía
y Buen Gobierno Municipal, que se mantenga el orden y prevenir la comisión de los delitos; que se
tomen las medidas de protección y
aseguramiento respectivo de ebrios o drogados, vagos, malvivientes, poniéndoles
inmediatamente a disposición de las autoridades competentes.
Hace falta mano firme para que se
castiguen faltas y delitos como las de
expresar frases despectivas o injuriosas en lugares públicos; la de embriagarse
en la vía pública; detener a quien
altere el orden en la vía pública y en lugares de usos común; castigar a
quienes cuenten con centros sociales y no tengan retenedores de sonido para
evitar que se propaguen los mismos hacia la calle; turbar la tranquilidad de
los que trabajen o reposen por medio de ruidos o gritos escandalosos o
estrindentes.
También son punibles: arrojar a la
vía pública animales muertos, escombros, basura, substancias fétidas, sacudir
objetos que despidan polvo en demasía, substancias dañinas, cáscara de frutas,
substancias que puedan producir caídas de transeúntes; evacuar necesidades
fisiológicas en lugares públicos; entre otros.
Más vale prevenir, que lamentar.