LA CREME
Por Norma Cardoso
En marzo del año pasado, una periodista que venía de la ciudad de
Puebla, nos decía que quería un sombrero huichol de los que usan los Marakames.
Primeramente fuimos a la colonia Zitacua
y solo había cuatro personas vendiendo su trabajo artesanal: escasas pulseras y
algunos aretes y juegos de collares y aretes.
Después, nos fuimos a la Plaza
Mololoa, porque supuestamente ahí también vendían artesanía, y cuál fue nuestra
sorpresa que en la ahora llamada Plaza del Músico, los huicholes no solo
vendían sus artesanías, sino que ya estaban habitando ahí, la mayoría proveniente
de la Mesa del Nayar; lo anterior, causó sorpresa e indignación, no por dar un
mal aspecto a una zona que es visitada por turistas, sino, por algo más grave: la
insalubridad en la que estaban viviendo, sin que alguna autoridad de los tres
órdenes de gobierno se acercara a ver sus requerimientos.
Sabemos que los huicholes solamente
son utilizados para la foto oficial o llevar su artesanía cuando ven a un alto
funcionario para regalársela y quedar bien, pues ¿A quién no le gustaría
recibir un regalo de esa naturaleza?
El tema de los huicholes de la
Plaza del Músico, es preocupante, porque, ahí vemos cómo, si a los huicholes
que están a unas cuadras de Palacio Municipal, del Congreso del Estado, de Palacio de Gobierno y del Palacio Legislativo,
no reciben apoyo, mucho menos le llegará a los que viven en la sierra.
Aquí, la Cruzada Nacional contra el
Hambre a través del programa Sin Hambre, de Sedesol, no ha llegado, ni los recursos para obtener un pie de casa y los
apoyos de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas CDI)
tampoco, como supuestamente ha dicho su
delegado en Nayarit, que si los han dado. Si bien es cierto que ellos viven
mejor aquí que si estuvieran en sus lugares de origen, es necesaria
una solución. Y es donde nos
preguntamos sobre lo que dio el delegado de la CDI ¿en qué forma les han llegado
los apoyos? ¿cuando les llegó? ¿A quiénes les llegó? porque por lo visto, a los de la Plaza del Músico no.
¿Y la Comisión de Derechos Humanos
del Estado qué ha hecho? Se están violando sus derechos humanos, por no contar
con agua potable, vivienda digna, salud, educación, y otros más? ¿Por qué no ha
investigado de oficio este asunto? ¿Por qué no ha emitido alguna recomendación
a las autoridades correspondientes? Como siempre hemos mencionado, esta
comisión es “a modo”.
Al Poder Judicial, le decimos
¿Cuántos indígenas están detenidos, desde años, sin que se les haya dictado
sentencia? ¿Cuántos presos indígenas están sin saber ellos por qué y quien los
acusa y todo por no hablar español? ¿Cuántos están detenidos por haber robado
algo para comer? ¿A cuántos de ellos se les ha violado el debido proceso o no
se les ha llevado un juicio conforme a los principios de prontitud y expeditez
en la impartición de justicia, con la garantía de acceso efectivo a la
jurisdicción del Estado, establecidos en el artículo 17 constitucional? Son varios los indígenas que están esperando años
por una sentencia, y la justicia no llega, violando la autoridad, de este modo,
las garantías constitucionales y los derechos humanos, así como las garantías
que da los Tratados Internacionales, de los cuales México es parte.
Afortunadamente, hay quien volteó a verlos, alguien que les ha
llevado servicio médico y medicamentos para su atención, que, asimismo, gestiona
ante quien corresponda beneficios para este grupo vulnerable, que requiere, además,
el apoyo de la sociedad, de los políticos y de aquellos que tienen el poder de
realizar gestiones para obtener los recursos que tanto necesitan.