“Como Senador de Nayarit, voy a ser el primer vigilante para que les vaya bien; que voy a defenderlos hasta mi último aliento para que les vaya bien y que tengan mucha fe porque ‘vamos a estar mejor con López Obrador’”, dejó claro el Dr. Navarro.
Con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994 y de los acuerdos de la Ronda Uruguay del GATT en 1995, las reformas estructurales agrícolas se intensificaron, las empresas públicas de transformación y comercialización de productos agrícolas fueron privatizadas o liquidadas, los subsidios a la producción fueron eliminados y sustituidos por pagos directos a los productores, y se liberó el comercio exterior de casi todos los bienes agrícolas.
“Hace días en Tuxpan Don Pedro, un orgulloso y ejemplar campesino nayarita me decía que a partir de esta fecha, la siembra y productividad de su tierra, estuvo sujeta al financiamiento y condiciones comerciales de empresas acaparadores de su producción. Triste me platicaba que el año pasado no tuvieron más alternativa que vender una parte de su parcela, para poder atender una emergencia médica de su hija menor y cubrir los gastos para que el mayor de ellos pudiera seguir estudiando en Tepic”, detalló el Dr. Navarro.
La familia de Don Pedro, la conforma su esposa Doña Rosario, su hijo Luis que estudia en la Universidad en Tepic, Teresita que estudia en Tuxpan y la pequeña Lupita. Ahora el rendimiento de sus tierras es menor, pues como muchos campesinos del país, no cuentan con un precio de garantía claro para su frijol, adquirieron una deuda cuyo interés es del 15% mensual y eso cada día les agrava su situación económica.
“Ese día les deje el mensaje de Andrés Manuel López Obrador, que está comprometido a sacar al campo nayarita del abandono irracional en el que lo tienen. Les dije que las mujeres campesinas de Nayarit serán muy beneficiadas. Y para sus hijos habrá becas para que no dejen sus estudios”; puntualizó el próximo Senador por Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero.