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Participa en el ciclo de seminarios “Elecciones 2021: ¿refrendo o cambio
de rumbo?”, organizado por El Colegio de México
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La ciudadanía se apropia de la elección, 2 millones 990 mil ciudadanas y
ciudadanos han aceptado participar como funcionarios de casilla y se requieren
1 millón 460 mil
A menos
de dos meses de las elecciones del 6 de junio, existen las condiciones para que
éstas se desarrollen en libertad y con equidad, afirmó el Consejero Presidente
del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, al garantizar
que habrá un árbitro neutral e imparcial para que los triunfos y las derrotas
sean simple y sencillamente las del voto de la ciudadanía en las urnas.
Al
participar en la sesión inaugural del foro “Los desafíos de las autoridades
electorales", del ciclo de seminarios: “Elecciones
2021: ¿refrendo o cambio de rumbo?”, organizado por El Colegio de México,
dejó en claro que es impensable un escenario en el que se pospongan las
elecciones.
Acompañado
de las profesoras e investigadoras Jacqueline Peschard y Soledad Loaeza, en la
mesa que fue moderada por el coordinador general académico de El Colegio de
México, Jean François Prud´homme, garantizó que desde el INE se trabaja para
que los derechos a la participación política no entren en colisión con el
derecho a la salud.
El
Consejero Presidente destacó que México cuenta con un sistema electoral
robusto que ha superado riesgos en la antesala de la elección.
“Las
condiciones están dadas para que las elecciones de 2021 sean libres,
equitativas, con garantías plenas para todos los contendientes y un árbitro
neutral e imparcial para que finalmente los triunfos y las derrotas, que siempre
son temporales y que nunca son totales, sean simple y sencillamente el resultado de la voluntad de las y los
ciudadanos expresada libremente en las urnas”, afirmó.
Planteó los desafíos de cara a la elección más grande
que tendrá el país, en la que se estima una participación de 93.5 millones de
ciudadanas y ciudadanos y donde se requiere sólo de un millón 460 mil personas
para operar las 162 mil casillas que instalará el INE en todo el país y que, a pesar de la pandemia, al momento dos millones 990
mil mexicanas y mexicanos han aceptado participar. “La ciudadanía está
apropiándose de la elección”, subrayó.
A 58
días de la Jornada del 6 de junio Córdova Vianello consideró que entre los
desafíos a los que se enfrentarán las autoridades electorales se encuentra el
sanitario, para lo cual se han aprobado diversos protocolos.
“Estamos trabajando desde el INE para
que las casillas puedan ser espacios libres en un doble sentido: libres para
que las y los ciudadanos puedan votar autónomamente sin coacciones, sin
condicionamientos, por las elecciones políticas de su preferencia, pero además,
libres de contagio”, aseguró.
Por ello, agregó, se ha establecido la
obligatoriedad de portar el cubrebocas al interior de las casillas para todo
ciudadano que quiera ejercer el derecho al voto.
Córdova indicó que garantizar la
equidad de las condiciones de la competencia es el otro desafío, pues el INE no
solamente es un organizador, sino también “es un garante de las condiciones de equidad
y del juego limpio”.
El Instituto Nacional Electoral, sostuvo,
“es el árbitro en la contienda y por lo tanto tiene que estar por encima de los
contendientes” y cuando éstos “trasgreden los límites legales, las reglas del
juego, el árbitro inevitablemente tiene que actuar para reconducir el juego
dentro de los cauces legales”.
INE debe aplicar la ley
En su intervención la profesora e
investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, Jacqueline
Peschard manifestó su preocupación por el ambiente de polarización e
intolerancia existente.
Destacó que “si algo tiene el INE es un
modelo donde concurren las fuerzas políticas. Es la autoridad electoral, la que
tiene facultades para aplicar la ley y para dar cuentas a la ciudadanía de que
su voto se va a contar y se va a contar bien”.
Sin embargo, reconoció, esto implica
una responsabilidad de los actores políticos que concurren con la autoridad electoral.
Aunque cuestionó qué puede hacer el INE
además de cumplir con sus funciones para garantizar que no se descarrile el
ambiente de confrontación, tenso e intolerante que existe.
“Hay un ambiente de confrontación, pero
también hay un efecto anestesiador que en lugar de que nos apropiemos de
nuestros espacios públicos, priva el abandono de la política como la fórmula
para plantear los temas que interesan a la ciudadanía”, señaló.
En seguida, la profesora e investigadora
del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México, Soledad Loaeza
coincidió en la preocupación de la atmósfera de polarización que podría
provocar que la ciudadanía no vote y por la campaña existente en contra de la oposición.
“El socavamiento de la autoridad del INE
forma parte de la estrategia general de la Presidencia de la República en
relación con la oposición y creo que eso jugará en la elección. Es un desafío
donde el INE sólo tiene que ver qué pasa y es responsabilidad de los opositores
el superar sus pugnas internas si es que quieren formar un frente y ofrecer una
alternativa”.
Consideró que la autoridad electoral
debe tener la capacidad de transmitir el mensaje a la ciudadanía de que su voto
contará y dirigir la conversación pública a los temas que le interesan. “Que el
INE se apoye en ese millón y medio de ciudadanos que organizan la elección,
porque seguramente ellos han contribuido a la buena imagen que tiene el
Instituto”, afirmó.