· -Es primordial que el enfoque de la
decisión, además de lo económico, priorice la salud de las personas.
· -A 26 años de su implementación, el
horario de verano no ha generado ahorros significativos.
En la Confederación Patronal de
la República Mexicana (Coparmex) consideramos pertinente que más allá de
eliminar el horario de verano en nuestro país, se fije uno que nos permita
alinear las operaciones comerciales con nuestros principales socios en la
región.
En marzo de 2022 el Senado de
Estados Unidos aprobó por unanimidad la adopción permanente del horario de
verano en su país, y aunque esto aún debe ser aprobado por la Cámara de
Representantes y luego promulgado por el presidente Joe Biden, México debe
tener presente este factor económico al tomar una decisión.
En ese sentido es importante
mencionar que mientras EE.UU. busca suprimir el cambio de hora y quedarse
con el horario de verano para tener mañanas más oscuras y tardes más luminosas,
en México se pretende hacer lo inverso, eliminar el horario de verano para que
se utilice de forma permanente el horario de invierno.
En Coparmex creemos que la determinación
acerca de la permanencia o no del horario de verano, debe ser el resultado de
un análisis minucioso de los beneficios y perjuicios que esta decisión puede
dejar en el ámbito económico y comercial, pero, sobre todo, en lo que respecta
a la salud.
Según las conclusiones de los
análisis realizados por las comisiones de Salud y Energía de Coparmex, en sus
26 años de aplicación, el horario de verano no ha significado grandes ahorros
para los mexicanos, aunque sí se relaciona con afectaciones a la salud.
Por ello, es prudente que en
México se fije un horario permanente que coincida en ambos lados de la
frontera, en el que se procuren la relación comercial del país y el bienestar
de las personas. La alineación de horarios es fundamental por el dinamismo en
la relación bilateral que se traduce en más de un millón de personas y más de
300 mil vehículos que cruzan la frontera entre ambos países diariamente.
De acuerdo con la Comisión de
Salud, toda vez que en el horario de verano la luz natural se desplaza de forma
antinatural una hora más tarde, existen evidencias que señalan que esto tiene
efectos en el sistema nervioso, lo que genera irritabilidad, somnolencia,
dificultad para concentrarse, problemas para conciliar el sueño y menor
productividad.
Para la Comisión de Energía,
con base en información pública del año 2018, la implementación del horario de
verano logró un ahorro económico de mil 359 millones de pesos, esto significa
un ahorro en consumo de 945.29 GWh y en demanda de 591.72 MW, además se evitó
la emisión de 498 mil toneladas de CO2 equivalente
Toda vez que este ahorro es
similar al consumo de energía de 8.3 millones de lámparas fluorescentes
compactas autobalastradas prendidas las 24 horas del día durante un año, vale
la pena analizar de dónde, al eliminar el horario de verano, el gobierno
obtendrá los recursos para compensar el ahorro que se estaba logrando y si
será la Comisión Federal de Electricidad (CFE) quien cubra el costo de la luz
que se utilizará en el alumbrado público.
Por ello reiteramos: es
indispensable fijar un horario que permita alinear las operaciones comerciales
de nuestro país, pero, sobre todo, que esté enfocado en preservar la salud y el
bienestar de las personas.