Tal parece que los sucesos trascendentes que están
acaeciendo con rapidez vertiginosa en la capital de la República y estados más
rebeldes de su geografía, vienen repercutiendo aceleradamente en la ciudadanía
mexicana a un grado tal que llegan a preocupar a los paisanos que están
luchando a brazo partido por ser admitidos definitivamente acá de este lado del
Río Bravo, donde trabajando se logran hacer realidad grandes sueños y se envían
considerables cantidades de dinero verde para supuesta ayuda a los familiares
desgraciados, pero sin barruntar una esperanza de mejoría.
Podríamos
decir que no se entendiera la razón de por qué se hacen tarugos los
funcionarios y no les pagan lo que les deben a los maestros y a los burócratas
que alegan compromisos firmados por el gobierno y ahora sorprenden con la
premisa de que "no les deben ni madre" y que se pongan a trabajar
porque no se vale que dejen a miles de niños en la calle -fuera de las aulas- y
de pronto aprueban la ley laboral y se sostienen en leyes impertérritas en las
que "no pueden" dar marcha atrás. Y les importan menos que un pepino
los profesores, que "según ellos" se obstinan en seguir adelante con
sus movimientos de protesta, que al parecer es uno de los dos caminos más
positivos para lograr justicia. El otro es: "la rebelión de los
miserables" entendiéndose en este renglón a los mexicanos afectados, y por
"rebelión" el grito revolucionario de los millones de sumidos en la
desgracia por los funcionarios en el poder.
Acá no
cantan mal la "country mexican music" y sigue en la lista de espera
la propuesta del pastor Marthin Luther King Jr. en lo tocante a la igualdad de
la raza y de los sueldos, ya que aceptó recientemente Obama "no ser
posible alcanzar ese sueño... todavía". Mientras tanto sigue la lucha de
esta poderosa nación capitalista contra el terrorismo y la voracidad de los
pueblos asiáticos en pugna por la supremacía económica a costa de lo que sea.
En
la frontera encontramos al paraíso de la corrupción -de ambos lados- y por
todas partes se comprueba la burla que a los ordenamientos hacen blancos y
morenos. A pesar de todo lo que se diga y escriba de la incorruptibilidad de
los norteamericanos y a pesar de la dureza de la ley.
En México creen
a pie juntillas que pueden hacer lo mismo que los gringos -en todo- solamente
que no aceptan que así como la moneda está cerca del 13 por 1, el atraso es
abismal en crecimiento, desarrollo, cultura y economía.
A la mejor
en abusos van "a la par con Londres", pero ellos no enfrentan una
asonada del tamaño que en breve podría suceder en tierras mexicanas.
Control...
Señores... Control... no se les vaya "a voletar el chirrión por el
palito" y les resulte que "les venga la parturienta con el mono
atravesado"...
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