Líneas
Por: José Ma. Narváez
Ramírez.
Nos dice la historia que: desde tiempos inmemoriales
los hombres han debido penar labrando la tierra. Esta categoría de trabajadores
que han sido los últimos en sindicarse han debido soportar -incluso sindicados-
una desatención generalizada de sus necesidades en materia de bienestar social,
seguridad y salud.
Los serios problemas de seguridad y salud que afectan
a los trabajadores rurales con la esperanza de que se consiga establecer una
estrategia internacional común para abordarlos.
Todos ellos son variaciones sobre un mismo y triste
tema: exposición a las inclemencias del tiempo; condiciones de alojamiento
mínimas; trabajo y vida en un mismo lugar; ropa de protección inexistente o
inadecuada a las condiciones climáticas; maquinaria agrícola importada de países
industrializados e inadaptada desde un punto de vista ergonómico para las
funciones previstas; mordeduras y picaduras de animales e insectos, y sobre
todo exposición a los efectos nocivos de los plaguicidas en la salud de los
trabajadores y en el medio ambiente. Las exigencias del trabajo agrícola
también pesan sobre los niños que abandonan la escuela para ayudar a sus padres
en el campo y que suelen ser víctimas de los riesgos y peligros inherentes a
este tipo de trabajo.
Al
respecto, Alfonso Navarrete Prida, titular de la Secretaría del Trabajo
y Previsión Social, expresó que se avanza en una cultura de prevención en
materia de salud y trabajo, y afirmó que un ambiente laboral digno, seguro y
saludable, ofrece condiciones para incrementar la producción, prestando mayor
atención a los riesgos a la salud de trabajadores expuestos a agentes
contaminantes del ambiente, así como a facilitar el cumplimiento de sus
obligaciones.
En el
marco del “Día Mundial de la
Seguridad y Salud en el Trabajo”, el titular de la
dependencia indicó que las empresas más rentables son aquellas que ofrecen
mejores ambientes para el desempeño del trabajo, mientras que la exposición a
riesgos laborales, la detección tardía de enfermedades relacionadas con el
trabajo y la deficiente atención a la salud, conlleva a una baja producción
laboral.
En la
presente administración se han realizado 165 mil 662 inspecciones en más de 117
mil empresas, que incluyen la revisión de las condiciones que presentan los
centros de trabajo en materia de seguridad y salud, beneficiando con ello a más
de 7.8 millones de trabajadores.
“La
política laboral –dijo Navarrete Prida- de todo gobierno debe tener como eje
central y destinatario final al trabajador. Esa es nuestra tarea desde la Secretaría del Trabajo
y Previsión Social, garantizar que los empleos en México sean de calidad, que
ofrezcan condiciones de seguridad y representen riesgos mínimos para la
seguridad de los trabajadores”, apuntó.
En su turno, el Director General de la Asociación de la Industria Química
(ANIQ), Miguel Benedetto Alexanderson, consideró que el control de riesgos de
sustancias químicas como elemento clave para la productividad de la industria
química mexicana, y reiteró su compromiso para continuar trabajando con las
autoridades en el manejo de esos productos peligrosos, con el objetivo de
lograr un México más productivo, próspero y más seguro.
Control… Señores… Control… Benedetto expresó que su
gremio seguirá impulsando el convenio de colaboración con la Secretaría del Trabajo
y Previsión Social para acreditar a más empresas del ramo a Programa de
Autogestión y Certificación, además de solicitar apoyo para “evitar la emisión
de nuevas leyes en materia de sustancias químicas, ya que desde nuestro punto
de vista –dijo- la actualización del marco normativo es suficiente”.
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