LA CREME
Por Norma Cardoso
Platicando
con dos analistas políticos sobre la sucesión gubernamental, ambos coincidieron
que después de próximo Informe del Gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval
Castañeda, será cuando los movimientos de quienes aspiran a ocupar la silla en
la que está el priísta número uno de Nayarit, se intensifiquen; por el momento,
cada uno de ellos, prefiere esperar “los tiempos” y no adelantarse; pero, se
sabe, que poco a poco los
operadores están estudiando las
estrategias para que cada una de las jugadas, en este ajedrez político,
beneficie a su aspirante y de esta forma llegar a ser el candidato al gobierno
de Nayarit.
En
primer lugar, es bien sabido, que los gobernadores en turno, tratan de poner o
imponer a su sucesor, persona que le blinde su gobierno, que tienen el poder
necesario para ello, pero en ocasiones, eso va más allá; por ejemplo, el
próximo año, habrá cambio de administración estatal en varias entidades de la
república mexicana; una de éstas es Quintana Roo, donde se mencionan a cinco (o
seis) aspirantes, quienes participaran en una encuesta para ver su
posicionamiento entre el electorado.
De
acuerdo a lo convenido entre el presidente Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones, el grupo de enlace de
los Pinos y el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), del Partido Revolucionario
Institucional (PRI), según sea el resultado de las encuestas, se elegirá al candidato que “esté bien
posicionado y que tenga buena reputación”, así lo pidió el presidente Peña Nieto a Beltrones.
En
Quintana Roo, como dice un columnista, “aún con toda la fuerza del gobernador
Borge y su aliado el ex gobernador Félix González Canto, la decisión final la
tomarán entre Los Pinos e Insurgentes Norte (Sede del PRI Nacional). Y nos
preguntamos ¿Así ocurrirá en Nayarit?
Si
llegase a ser así en Nayarit, que la decisión final para elegir al candidato
sucesor del gobernador Sandoval Castañeda, la tomaran entre Los Pinos e
Insurgentes Norte, ¿echaría abajo todo el trabajo del gobernador en turno para
poner a su sucesor, y muy seguramente el elegido sea Raúl Mejía, de conocida
trayectoria política?
De
todos es sabido que, Raúl Mejía, “es
gente” de Manlio Fabio Beltrones, presidente del CEN del PRI, que trabajó intensamente como Delegado en
Sonora para obtener el triunfo del PRI, a la gubernatura con Claudia Pavlovich
Arellano. Anteriormente, ya conocía el triunfo,
como delegado del Partido Revolucionario Institucional en Jalisco, Raúl Mejía, devolvió al PRI la gubernatura de
ese Estado.
¿Qué
otro político le podría “hacer mella” a
Raúl Mejía, en su propósito de alcanzar la candidatura del PRI al gobierno de
Nayarit? ¿Manuel Cota? Hay quien dice que los dos políticos están en iguales
circunstancias, que tanto uno como otro tienen la posibilidad de convertirse en
candidato al gobierno del Estado; que el primero es apoyado por Manlio Fabio
Beltrones y el segundo por Enrique Peña Nieto,
argumento se ha estado desvaneciendo, conforme pasan los días.
Lo
malo o lo peor que le hubiera podido pasar a Manuel Cota, es haber llegado a ser
el líder de la CNC Nacional; el campesinado, no solo de Nayarit, sino de la
mayoría de los Estados, están sumamente molesto porque no ha cumplido sus promesas
de mejores precios, en seguros, financiamiento, hacia quienes trabajan el
campo. Hay voces que mencionan que “el Senador Cota debe decidir qué es más
importante: el sector agrario y sus grandes reivindicaciones diferidas o el
anhelo de ser gobernador de su Estado, cargo que, por cierto, es sólido
aspirante por el escaño que ocupa y por el antecedente de haber sido alcalde de
Tepic”.
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