Con relación a la reciente publicación de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH 2016) y el Modelo Estadístico 2016 para la Continuidad del MCS-ENIGH, por parte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), así como a los resultados de la Medición Multidimensional de la Pobreza 2016, dados a conocer hoy por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) reconoce el esfuerzo de ambas instituciones para brindar información objetiva y comparable, que permite conocer la evolución en el tiempo de los indicadores de pobreza y carencias en nuestro país.
La información estadística debe someterse a un proceso de mejora continua para arrojar resultados confiables. Así lo ha hecho el INEGI, con una ENIGH 2016 que destaca por su tamaño de muestra con respecto a ediciones anteriores, lo que posibilita, por primera vez, contar con datos representativos para cada entidad federativa —incluyendo sus ámbitos urbano y rural—y con mayor precisión en las estimaciones de sus variables. Asimismo, el INEGI fortaleció sus procesos operativos de levantamiento, supervisión y control, dando así un primer paso hacia mejores instrumentos para captar el ingreso de los hogares.
Por otra parte, el CONEVAL, con esta cuarta medición multidimensional de la pobreza (2010, 2012, 2014 y 2016) proporciona información sustantiva para evaluar los resultados de la política social bajo una perspectiva temporal, atendiendo los principios de objetividad, rigor técnico y transparencia. Desde su creación, este Consejo ha estado comprometido con la generación y difusión de información de calidad, accesible para toda la población.
Los resultados de pobreza correspondientes a 2016 con el menor porcentaje de población en condiciones de pobreza multidimensional desde 2010 dan cuenta de que se avanza en la ruta correcta para que más mexicanos accedan a sus derechos y mejoren sus ingresos. Actualmente, las seis carencias sociales están en su mínimo histórico y se ha logrado reducir significativamente la pobreza extrema en los últimos cuatro años. No obstante, los niveles de pobreza y las brechas en el acceso a los derechos sociales entre grupos de la población y regiones del país, son una realidad que demanda seguir instrumentando acciones integradas, contundentes y efectivas.
Ante este reto, se requiere intensificar la coordinación entre los tres órdenes de gobierno y promover una participación cada vez más activa de los empresarios, la academia y la sociedad civil. La Estrategia Nacional de Inclusión (ENI) constituye un espacio que propicia el trabajo en equipo y la corresponsabilidad de todos en el abatimiento de la pobreza.
La Sedesol continuará fortaleciendo la instrumentación de la ENI, así como sus programas sociales, con un enfoque de derechos, haciendo uso de los sistemas de información como el Padrón Único de Beneficiarios y tomando en cuenta la información socioeconómica generada por el INEGI, así como los indicadores de pobreza multidimensional del CONEVAL.
Sedesol reitera su compromiso con la construcción de un México más incluyente.
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