● Frente a la intención de entregar viviendas a ocupantes
irregulares a precios subsidiados, exigimos que se priorice la legalidad y se
resguarden los recursos de los derechohabientes.
● El INFONAVIT no puede disponer de viviendas que legalmente
no le pertenecen, ni transferirlas a terceros sin vulnerar derechos de
propiedad.
● Promover un programa que legalice la ocupación sin
escrituración y fuera de la ley implicaría normalizar la invasión como vía de
acceso a la vivienda.
Las organizaciones empresariales firmantes expresamos nuestra
firme oposición a la propuesta anunciada por el director del Infonavit sobre la
regularización de viviendas invadidas mediante esquemas de arrendamiento con
opción a compra, a precios subsidiados. Esta medida contradice el mandato legal
del Instituto y amenaza con institucionalizar la ilegalidad, poniendo en riesgo
los ahorros de millones de trabajadores que aportan a este fondo.
El Infonavit fue creado para proteger el patrimonio de los
trabajadores, no para avalar ocupaciones irregulares ni convertir en
beneficiarios a quienes han tomado inmuebles que no les pertenecen. De las 168
mil viviendas censadas hasta el momento por la Secretaría del Bienestar, de un
universo total de 843,000 —con una inversión de 700 millones de pesos—, el 86%
de estas, en su mayoría, están habitadas por personas sin ningún vínculo
jurídico con el Instituto ni con los legítimos propietarios. Pretender que
estos ocupantes puedan adquirir los inmuebles, por debajo de su valor real,
representa un grave precedente.
Durante su conferencia del miércoles 18 de junio, la
Presidenta Claudia Sheinbaum fue cuestionada por la prensa sobre la propuesta
del Infonavit para entregar viviendas invadidas. Reconocemos y valoramos la
respuesta de la Presidenta, quien afirmó que “la propiedad privada está
resguardada” y que no se trata de “quitarle una vivienda a quien le pertenece”,
aclarando que no debe haber “malas interpretaciones” al respecto.
Es indispensable que esta posición se traduzca en acciones
concretas por parte del Instituto y que no se permita avanzar con esquemas que,
en los hechos, podrían institucionalizar la ocupación irregular de viviendas.
La certidumbre jurídica no puede depender de interpretaciones posteriores, sino
de políticas claras, legales y plenamente alineadas con el interés de los
trabajadores y el marco constitucional.
Desde 2015, el Infonavit enfrenta una crisis de gestión: el
índice de morosidad se disparó del 7.8% en 2018 a más del 18% en 2024, y si
consideramos los créditos segregados, el deterioro de la cartera crediticia
asciende al 32%. Es decir, uno de cada tres financiamientos otorgados presenta
incumplimientos de pago. En lugar de regularizar los créditos vencidos en
beneficio del patrimonio del acreditado, se impulsa una estrategia que agrava
el problema y compromete el futuro financiero del Instituto.
La administración anterior ya había instruido que no se
procediera con desalojos a acreditados con pagos vencidos. Ahora, se pretende
extender ese criterio a invasores, incluso cuando las viviendas no son
propiedad del Infonavit sino que siguen formando parte del patrimonio de
acreditados que han cumplido con sus obligaciones o tienen alguna situación
pendiente con el pago de su crédito. Esto representa una vulneración directa al
derecho de propiedad y mina la certeza jurídica en nuestro país.
Rechazamos de forma categórica cualquier iniciativa que
premie la toma ilegal de viviendas y exigimos que las autoridades competentes
—en especial la Asamblea del Infonavit— detengan cualquier intento por
legalizar ocupaciones al margen de la ley. El Instituto no tiene atribuciones
legales para otorgar créditos, rentas ni escrituras a personas que no son
derechohabientes. Las funciones de atención a población no afiliada
corresponden a otras instancias, como la SEDATU o la CONAVI.
México necesita instituciones fuertes, que operen con
responsabilidad, legalidad y transparencia. En el sector empresarial,
seguiremos alzando la voz para garantizar que el patrimonio de los trabajadores
se respete y que el Estado actúe siempre dentro del marco de la ley.
Firmantes:
Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB)
Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad
de México (CANACO CDMX)
Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos
Mexicanos (CONCAMIN)
Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX)
Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión
y Tecnología, A. C. (COMCE)
Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET)
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