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Conmemoran el 95
Aniversario luctuoso de Emiliano Zapata, el caudillo del sur.
Tepic, 11 de
abril del 2014.- Al conmemorar el Aniversario luctuoso de la muerte del General
Emiliano Zapata, el diputado local Antonio López, recordó y reconoció la gran
labor de lucha de Emiliano Zapata Salazar; dijo: “fue un luchador incansable
que siempre advirtió las injusticias cometidas en contra de los que trabajaban
la tierra; desde su trinchera exigía justicia para los indígenas y peones,
defendiéndolos de los hacendados”.
A su vez, López
Arenas, mencionó que Emiliano Zapata,
formuló el Plan de Ayala, mismo con el que pretendía redistribuir la tierra entre los
campesinos y que el 10 de abril de 1919 fue asesinado en una emboscada
organizada por el Coronel Jesús Guajardo, en la Hacienda de Chinameca,
enfatizó.
Antes de
concluir, el diputado local integrante de la Trigésima Legislatura, Antonio
López Arenas, señaló que la lucha de Emiliano Zapata, sigue presente entre los
campesinos, sobre todo porque defendió con coraje la propiedad de la tierra;
dijo: “la frase: Tierra y Libertad, pudo sintetizar los deseos de los
campesinos los cuales aún hoy siguen aclamando "La tierra es para quien la
trabaja”; concluyó.
Es preciso señalar que Emiliano Zapata Salazar, nació el día 8 de agosto de 1879 en San Miguel Anenecuilco, Distrito
de Villa de Ayala, en el estado de Morelos;
hijo de los campesinos Gabriel Zapata y Cleofás Salazar; que gracias a
ellos conoció desde sus primeros años de vida los problemas del campo.
En su infancia, Emiliano mostró
especial interés por la historia de México, en especial los hechos de la Independencia, y todo lo que tuviera que ver con las
luchas que se realizaban en el país.
En 1908 fue incorporado al noveno
Regimiento destinado a Cuernavaca, no obstante sólo duro seis meses como
soldado, ya que Ignacio de la Torre (1866- 1918) lo invitó a ser caballerango
en la Ciudad de México.
El 12 de septiembre, Emiliano
Zapata fue elegido presidente de la junta de defensa de las tierras de
Anenecuilco, quien en ese cargo estuvo en contacto con Ricardo Flores Magón, con
el periodista Paulino Martínez y con el profesor Otilio Montaño.
Emiliano Zapata fue traicionado y
asesinado por el coronel Jesús Guajardo, el 10 de abril de 1919, en la hacienda
de Chinameca, su cadáver fue llevado a Anenecuilco y posteriormente trasladado
a Cuautla, en donde sus restos reposan al pie de la estatua que le fue erigida.