Desde COPARMEX lamentamos el fallecimiento de personas migrantes de origen latinoamericano y nos solidarizamos con las familias de las víctimas.
· México ha suscrito compromisos internacionales en materia
de migración y debe priorizar las alternativas no privativas de la libertad.
· Es fundamental que la política migratoria del Estado
Mexicano tenga un enfoque de derechos humanos y que se ponga especial énfasis
en atender a la niñez migrante.
En la Confederación Patronal de la República Mexicana, COPARMEX,
lamentamos el fallecimiento de personas migrantes de origen latinoamericano,
nos solidarizamos con las familias de las víctimas y consideramos fundamental
que las autoridades hagan su labor de forma imparcial para que se deslinden
responsabilidades, porque estos hechos tan dolorosos no pueden ni deben
repetirse.
El incendio en la estación migratoria del Instituto Nacional de
Migración (INM) de Ciudad Juárez ocurrido la noche del pasado lunes 27 de
marzo, que le quitó la vida a 39 migrantes, es una muestra de que la política
migratoria nacional es persecutoria y está militarizada.
El programa “Quédate en México” se tradujo en la implementación de
una política migratoria persecutoria que se agudizó con la participación de
elementos de la Guardia Nacional, cuyos elementos tienen formación militar, los
cuales no actúan como garantes de derechos humanos sino que tienen como
objetivo claro la detención y deportación. Esto ha tenido como consecuencia
inevitable una serie de detenciones arbitrarias basadas en rasgos raciales y la
expulsión colectiva.
Desde nuestra óptica, es necesario que lo dispuesto en la Ley de
Migración se cumpla para que la gestión de los flujos migratorios se aborde
desde un enfoque de derechos humanos y no de persecución contra las personas.
Es importante recordar que México ha firmado compromisos
internacionales en materia de migración y asilo, particularmente el Pacto
Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular que hace un llamado a
respetar, proteger y hacer realidad todos los derechos humanos de las personas
migrantes, a través del establecimiento de medidas como proteger el derecho a
la libertad y a no ser detenido arbitrariamente, incluso dando prioridad a las
alternativas a la privación de la libertad, proteger el derecho al trabajo
decente y otros derechos laborales, así como luchar contra la discriminación y
la xenofobia.
Por otra parte, el Informe sobre Migraciones en el Mundo 2022,
elaborado por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), indica
que México es el segundo país destino de migrantes y el corredor entre nuestro
país y Estados Unidos es el más grande del mundo. Lo anterior demuestra que nos
hemos convertido en un Estado de origen, tránsito, destino y retorno de
personas migrantes, lo que exige una política integral que atienda este
fenómeno social.
Desde 2019, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) alertó
sobre las graves condiciones en los que se encuentran las estancias migratorias
en México, pues éstas presentan hacinamiento, acceso limitado a medicamentos,
maltrato, extorsión, discriminación y falta de acceso a los servicios de salud
a las personas migrantes. Estas situaciones también han sido ampliamente
documentadas por diversas organizaciones sociales.
Pero el tema es aún más grave si se considera que, de acuerdo con
datos oficiales del gobierno federal, en 2022 se detectaron 18 mil 300 niñas,
niños y adolescentes (NNA) extranjeros de países centroamericanos que se
encontraban en nuestro país, la mayoría de los cuales huyen de contextos de
violencia y pobreza. El Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM señala que de
2014 a 2023, 4 mil 400 personas migrantes han muerto o desaparecido en la
frontera México-Estados Unidos; tan solo en 2023, se registraron mil 434
eventos de los cuales 93 fueron de menores.
En el periodo del 1 de enero al 24 de marzo, el INM detuvo a 34
mil 489 niñas y niños migrantes, de los cuales 2 mil 429 viajaban solos, lo que
representa un enorme reto para el Estado mexicano, pues la prioridad debe ser
buscar alternativas a la detención de esta población vulnerable, entre las que
se encuentra el modelo desarrollado por UNICEF para el cuidado de los infantes
que incluye albergues a puertas abiertas, departamentos especializados y
acogimiento familiar
Cabe destacar que desde COPARMEX, hemos trabajado en programas
piloto para la inclusión laboral de refugiados en México a través de la
sensibilización y capacitación a empresas y a nuestros centros empresariales
sobre las áreas de oportunidad y ventajas de la contratación de personas en
esta condición.
En este proceso hemos detectado diversos cuellos de botella en el
ámbito del gobierno federal, que inhiben la inserción laboral de refugiados
tales como los trámites prolongados para otorgar el estatus de refugiado y
limitaciones para la obtención de RFC, entre otros. Desde el sector empresarial
debemos de facilitar el acceso de refugiados a cuentas bancarias y propiciar
entornos inclusivos libres de xenofobia y discriminación.
Desde COPARMEX hacemos un respetuoso llamado al gobierno federal a
modificar la política migratoria nacional, a cesar las conductas persecutorias
y abordar el tema con un enfoque humanista que integre a las personas migrantes
a la sociedad, y que particularmente se atienda a la niñez migrante.
Sumando esfuerzos como sociedad, podemos hacer grandes cambios que
nos beneficiarán y fortalecerán como nación.