Por:
Emeria Navarro Narváez.
En octubre de 1994, con el apoyo de mis
compañeras en la docencia, acepté ser candidata para ocupar la dirección de la Escuela Superior
de Enfermería y Obstetricia “Dr. José Joaquín Herrera” ESEO, de la Universidad Autónoma
de Nayarit, y después de una desgastante campaña resulté electa por mayoría de
votos. El entonces rector de la
UAN, el C.P. Francisco Alberto Rivera Domínguez me propuso en
la terna de aspirantes y me dio mucho apoyo para lograr mis propuestas, después
de otorgarme el nombramiento de Directora de la mencionada institución. Retomo parte del contenido de una entrevista
que me hicieron las maestras Raquel Durán y Andrea Cibrián en época posterior a
mi gestión, para enterarles de algunos de los logros durante mi periodo
administrativo 1994-1997.
Durante
su gestión, ¿cuáles fueron las transformaciones en su unidad académica? La
transformación de la entonces Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia “Dr.
José Joaquín Herrera” se inició con base en las conclusiones resultado de la
actividad colegiada de más de sesenta participantes (alumnos, docentes,
personal administrativo y manual, representantes de Enfermería del Sector
Salud, autoridades sindicales, etc.) en la administración próxima pasada a mi
gestión.
Dichas conclusiones reflejan la situación y prospectiva de esta institución
con proyección al 2012 en sus aspectos académicos, administrativos,
investigación y extensión. Se hicieron los esfuerzos políticos y
administrativos necesarios para plasmar el mencionado substratum en un modesto
pero valioso documento titulado “Situación y perspectiva de la Escuela Superior
de Enfermería y Obstetricia Dr. José Joaquín Herrera” de la Universidad Autónoma
de Nayarit. Se entregó personalmente a cada uno de los docentes, y
representantes administrativos y estudiantiles un ejemplar de dicho documento,
así como a los funcionarios de la Universidad y a las bibliotecas de cada
Institución educativa.
Este documento fue guía para poner en práctica a través del futuro
inmediato, las alternativas propuestas por el colectivo, en donde se
consideraron las debilidades y fortalezas intra y extra institucionales y dio
lugar a una serie de cursos y actividades consensuadas como la que permitió
obtener el perfil diagnóstico de la Educación de Enfermería de la Universidad Autónoma
de Nayarit, y trazar un plan de acción apegándose a la IMAGEN OBJETIVO
favoreciendo espacios y trabajos en talleres.
Desde luego en este plan se consideró primeramente la continuación de la
obra iniciada desde administraciones anteriores como la de actualizar el
currículum de la
Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia “Dr. José
Joaquín Herrera” y lograr que todos los docentes tuvieran como preparación
mínima una licenciatura siguiendo las tendencias nacionales e internacionales
hacia la profesionalización de Enfermería. Fue el tiempo de evaluar a las
primeras egresadas de la
Licenciatura de Enfermería, encontrándose muy buena formación
y aceptación del egresado por parte de la sociedad de Nayarit y de otras
entidades federativas.
La carrera de Enfermería Básica simultánea al Bachillerato, de acuerdo a la
gran demanda, favoreció en un momento dado a la comunidad de Nayarit y
consistió en que al mismo tiempo que el estudiante realizaba sus estudios de
Preparatoria cursaba la carrera de Técnico en Enfermería con una doble carga
académica. Este programa fue paso de transición que funcionó hasta 1996 en que
el Consejo Técnico de la
Escuela, previa encuesta entre la comunidad escolar y previo
seguimiento de egresados se decidiera a suprimir este nivel educativo medio
superior para privilegiar la licenciatura y el posgrado, enfocando todos los
insumos académicos y materiales para este objetivo.
Se dejó el recurso de que las generaciones con Enfermería Básica, lograran
su profesionalización a través de los Cursos Complementarios de Licenciatura en
Enfermería que continuaron ofertándose por largo tiempo.
Según el escenario que contempla que el personal docente tenga mínimo un
grado de estudios más del nivel en que se desempeña, se propició el proyecto y
realización del Curso de Especialización en “Administración y Docencia en el
Área de la Salud”
con base en el proyecto de tesis del mismo título presentado por los pasantes
Gomelia Borrego Gutiérrez, Mercedes Velasco Santana y Raquel Moya García.
El proyecto para fines de su realización en curso fue presentado por la Licenciada en
Enfermería Amelia Rendón García asesorada por las M. C. María Elena Espino Villafuerte
y Ana María Padilla, de la
Facultad de Celaya Guanajuato. Este posgrado tuvo gran
respuesta entre docentes de las escuelas de Enfermería y Medicina a tal grado
que se integraron dos grupos y continuó ofertándose durante varios años con
modificaciones importantes.
Por otra parte se dio la coyuntura para que la Escuela aceptara por
decisión unánime del Consejo Técnico la gran responsabilidad de administrar el
posgrado: Maestría en Investigación Educativa y Docencia en Educación Superior;
del proyecto elaborado por las Licenciadas en Educación Elba Anzaldo y Elvia
Morales Acosta, en la modalidades de semiescolarizado e interdisciplinario del
que egresaron 24 maestros en ciencias ya titulados, de estos, ocho docentes de la Escuela Superior
de Enfermería y Obstetricia “Dr. José Joaquín Herrera” de la Universidad Autónoma
de Nayarit.
Los responsables de los módulos fueron docentes del CESU_UNAM y de la Universidad Autónoma
de Guadalajara. La Comisión
de grado estuvo integrada por el Dr. en Filosofía Ricardo Sánchez Puentes, el
M.C. Francisco Castellón Fonseca y la Lic. Graciela Pérez Adand. El acceso al posgrado
hizo posible que la escuela se declarara
FACULTAD el 12 de mayo de 1996.
Durante su gestión: ¿Cuáles fueron las transformaciones administrativas en
su unidad académica?
Los cambios administrativos fueron respuesta a las necesidades académicas
del período. La organización administrativa fue horizontal con la valiosa
participación de un gran equipo, y de la comunidad escolar, siendo la mayor
autoridad el Consejo Técnico de la Escuela. Se destacó la participación invaluable
de las Licenciadas en Enfermería Graciela Pérez Adand y María Raquel Moya
García, subdirectoras académica y administrativa respectivamente.
Grandes pilares fueron las Licenciadas Ramona Pérez Pérez, Leonor
Rodríguez, Susana Nolasco, Teresa González Villaseñor, Emerita García
Castañeda, Paula García Ramos, María de la Luz Díaz Martínez y otras apreciadas compañeras
cuyos nombres se me escapan.
Fue gran apoyo la colaboración extraordinaria de Elvia y María Luisa León,
Geñita, Cecilia y Chelo -y hasta de Don Cuco- y del personal administrativo y
manual cuyos nombres involuntariamente se omiten.
Se edificaron 2 aulas, se remodeló la biblioteca y se le asignó el nombre
de “Enfermera Ignacia García Serrano”, se aumentó el acervo bibliográfico, se
remodeló y equipó el Auditorio denominado “Dr. José Joaquín Herrera” a partir
de la transformación de la escuela en Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma
de Nayarit, su nueva denominación.
Se construyó un podio propio de la escuela y se hicieron muebles nuevos
para la Dirección,
también se mejoró el Laboratorio de Propedéutica con la adquisición de dos
unidades clínicas, modelos anatómicos y material audiovisual.
Se adquirieron computadoras, doce de éstas se destinaron para organizar una
UNIDAD DE CÓMPUTO para los estudiantes de Enfermería, dedicándose una persona
para dirigir la práctica de esta
actividad.
El personal
docente y administrativo realizó diversos cursos de computación y organización
escolar que lo capacitaron para las nuevas tareas. Se instruyó al personal
docente y administrativo para la encuesta con lector óptico en el proyecto para
el banco de información de la UAN
en el programa de mejoramiento. (Continuará).