A pesar de que la temporada de lluvias aún no
comienza, el mosco transmisor del dengue puede desarrollarse y propiciar el
contagio de la enfermedad debido a la gran capacidad de adaptación de dicho
insecto cuya evolución le ha llevado a tener un comportamiento doméstico y preferir
la sangre humana para su alimentación.
De acuerdo al director de la clínica del
ISSSTE en Acaponeta Noé Gerardo Zamudio Muñoz cualquier recipiente capaz de
contener agua corriente puede permitir la proliferación del mosco y favorecer
la transmisión de la enfermedad, “puede anidarse en una corcholata, una llanta
en desuso, hasta en un tinaco o aljibe que no estén cubiertos”.
Cualquier asentamiento humano, sin importar
su ubicación y las condiciones climáticas del entorno, puede ofrecer “casa y
alimento” al aedes aegipty cuya evolución actualmente le permite desarrollarse
también en las áreas urbanas y no sólo en el trópico que en origen era su
hábitat.
Zamudio
Muñoz indicó que para evitar la aparición del mosco y el posible contagio del
dengue, es necesario mantener limpios nuestros hogares y centros de trabajo,
mediante la descacharrización.
Para ello,
es preciso voltear boca abajo cualquier recipiente donde pueda anidarse el
mosco y deshacerse de aquellos que no posean utilidad alguna. Es importante
poner especial atención en los comederos de los animales y aplicar abate en las
piletas de agua y tinacos.
Es
importante además, revisar acumulamientos de agua en azoteas; “desmontar”
patios y jardines e instalar mosquiteros en puertas y ventanas. “Puede ser de
gran ayuda trazar un cerco vecinal orientando a nuestros vecinos sobre las
medidas de protección, sobre todo cuando exista un caso de dengue en un
domicilio cercano”.
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