Líneas
Por:
José Ma. Narváez Ramírez.
La gran familia nayarita sigue
haciendo realidad aquella tradición de hacer visitas al paseo de La Loma , con el agradable
propósito de pasar un rato de diversión, de esparcimiento, de sana distracción
en compañía de sus seres queridos, para alejarlos del bullicio citadino y
sentirse unos momentos en contacto con la naturaleza gozando de la sombra
fresca de los árboles y en el contacto con las personas afines que asisten a
alegrar por unas horas, su vida.
Dijera
un compañero que va todos los días a caminar alrededor del arbolado paseo: “si
no fuera por estos ratos, me volvería loco”… Pudiera ser que exagere en su
comentario pero tiene mucha razón en confesar sus personales pensamientos.
La
gente que acude a La Loma ,
son ciudadanos que desde que tienen memoria vienen haciendo la visita a un
paseo que lo consideran prácticamente suyo, en él empezaron a dar sus primeros
pasos, a patear una pelota, a correr tras ella disfrutando de la compañía de sus
padres, sus hermanos, sus parientes, sus amigos… O montando en la bicicleta, la
patineta, el triciclo, el patín del diablo, con los que ya no pueden jugar en
la calle o la banqueta de su barrio, o
las muchachas en grupos que acuden a realizar ejercicios de gimnasia para
mantenerse en línea… O los chavos que van a hacer “escoleta” en las bandas de
guerra de las escuelas… o los que van a “echar el pégue”…
También
encontramos a personas adultas que acuden a descansar un rato sentándose bajo
determinado árbol para encontrarse con sus recuerdos… o para leer un libro… o
simplemente para estar en contacto con la naturaleza…
Porque
ahora que se presumió de que el gobierno le metería cien millones de pesos para
remodelarlo, resulta que la nueva administración lo ha convertido en un negocio
particular concesionado a familiares y amigos del gobernador y trata a los
comerciantes de La Loma
como si fueran enemigos. Familias que tienen diez y veinte años ejerciendo un
humilde comercio, que ahora son obligados a observar una disciplina castrense y
pagar una cuota elevada que no es aplicada para trabajos de limpieza y
sostenimiento. Algunas bancas con los lomos llenos de propaganda política están
inmersas en charcos porque el agua de la lluvia no tiene salida.
La
señora encargada de administrar los puestos tiene a su cargo varios jóvenes que
están haciendo su servicio social y no reciben paga alguna. El famoso
“trenecito” del paseo no ha podido funcionar para prestar sus servicios porque
fue adquirido “usado” y ni con las refacciones de los otros dos que antes
hacían el recorrido, pueden lograrlo, al gado de que dicen que van a traer otro
de Europa porque los de EUA son vil chatarra. Las “serpientes” que estaban en
“la selva” fueron decapitadas por los bomberos al exterminar los panales de
abejas.
El
mini-zoológico ya no existe, los animales fueron transportados al cocodrilario
de San Blas. No se piensa ni tan siquiera en un mini-acuario. En esto si le
atinaron porque antes estaba en manos del ayuntamiento… o sea en el olvido,
pura explotación. ¿Dónde está el dinero que sacaron del trenecito?
Otro
caso lamentable son los sanitarios, que fueron construidos como para ser
utilizados por enanos o solamente por niños, ya que los adultos no caben en los
pequeños cuartitos que construyeron y para acabarla de amolar están como los
excusados de la
Presidencia , sin agua. Imagínese usted a los paseantes
haciendo sus necesidades detrás de los árboles.
Hicimos
una entrevista a varias personas que acudieron a La Loma el sábado anterior, y
nos dijeron que los que se dedican a ofrecer figuras de yeso para que los
niños, adolescentes y adultos las pinten a su gusto, hacen una labor loable porque
fomentan la creatividad en los menores –a bajo costo-, y el acercamiento
familiar, tan desatendido por circunstancias del empleo, del trabajo o del
estudio y ¿porqué no decirlo? Del vicio y la drogadicción?
En
lugar de amenazar a los comerciantes, deberían de construirles mesas y sillas
de concreto, para que ahí sus hijos dieran rienda suelta a sus inquietudes
artísticas, creativas, y hacerles unos cuartos para que sirvieran de almacén de
sus mercancías, en lugar de obligarlos a traerlas y llevarlas a sus hogares,
así como también a no esculcarles las cajas en las que los transportan porque
eso es un delito.
Igual
sería para los que utilizan carritos para vender frutas, pasteles, tejuino,
helados, paletas y otras mercancías de consumo humano. Son obligados a
comprarlos y rodarlos con los logos del gobierno.
Hoy,
con la remodelación, construyeron cuartos de cemento que venden a particulares
(compadres, amigos e influyentes) para que ellos hagan negocio, y dicen que se
los auto-concesionaron por cien años.
Los
representantes sindicales de estos trabajadores están vendidos al gobierno y no
hacen nada por sus agremiados, al contrario parece que quisieran que los
corrieran.
Control…
Señores… Control… Lleven las cosas con honestidad y justicia (aunque no las
conozcan) para que no salga más la podredumbre a la luz pública, el mal llamado
poder no es para ensañarse con los más amolados, es para ayudarlos a bien
servir, recuérdenlo, no a servirse de ellos. ¿Qué hubiera pasado si meten la
montaña rusa que prometieron y cuántos árboles más tumbarían para hacer un
estacionamiento en La Loma ?
Si así con la grande obra dizque de cien millones de pesos se sienten los reyes
del universo… SI SE SUPONE QUE ESTAMOS PARA AYUDAR Y DEFENDER A NUESTRO PUEBLO,
¿POR QUÉ NO DENUNCIAR ESTOS ATROPELLOS? DE POR SÍ, ESTAMOS COMO ESTAMOS…
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