- Concordamos con el INAI,
quien advierte riesgos en el manejo de datos biométricos por parte de
operadoras.
- Solicitamos al Poder
Ejecutivo federal realizar un análisis profundo sobre los impactos de esta
medida antes de su publicación
En la Confederación Patronal de la
República Mexicana (COPARMEX) consideramos que la reforma a la Ley Federal de
Telecomunicaciones y Radiodifusión aprobada por el Senado para crear el Padrón
Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil es preocupante ya que representa un
riesgo para la seguridad de 122 millones de usuarios de este servicio.
De acuerdo con los legisladores que se
pronunciaron a favor de la creación del padrón, el objetivo de esta medida es
contribuir a la disminución de delitos como el secuestro y la extorsión; por lo
que cabe recordar el fracaso que significó una iniciativa similar implementada
en gobiernos anteriores, misma que derivó en la exposición de datos de millones
de usuarios y la cancelación del registro.
Para contar con una estrategia que
contribuya a reducir el crecimiento de delitos, no es necesario criminalizar a
los usuarios, sino que es prioritario establecer un estricto control al
interior de los penales, pues existen análisis que revelan que el mayor número
de llamadas de extorsión, se realizan desde su interior.
De acuerdo al análisis realizado en
nuestras comisiones de trabajo, en COPARMEX consideramos que la aprobación de
esta reforma representa un grave riesgo en materia de protección de datos
personales y un retroceso para el país por las siguientes razones:
- La utilización de datos
biométricos, convertirá este padrón en una base de datos sensibles con un
alto riesgo de tratamiento inadecuado de los mismos y el solo riesgo de
vulneración en cualquier sentido a dicha base de datos, derivaría en
violaciones graves e irreversibles a los derechos humanos de la
ciudadanía, incluyendo el derecho a la privacidad y seguridad.
- Existe un alto riesgo de
ataques cibernéticos a la base de datos sensibles y de desviaciones de uso
distintas a la finalidad para la que fueron recabados, incluyendo la
probable comisión de delitos como ha sucedido en el pasado, en donde se
roban del Responsable del tratamiento las bases de datos y se venden al
mejor postor en el mercado.
- Se requieren medidas de
seguridad de la mayor categoría de protección para salvaguardar esa
información confidencial y el órgano que ha sido designado como
responsable (IFT) ha declarado no contar con los recursos presupuestales
para ello; podemos suponer que tampoco cuenta con los recursos humanos
para el tratamiento adecuado de una base de datos sensibles de tal
envergadura.
- Organismos internacionales
como la Relatoría para la libertad de expresión de la ONU han señalado que
la vinculación obligatoria de una tarjeta SIM a la identidad de una
persona es violatoria de derechos humanos. Además, se pondría en riesgo la
presunción de inocencia al poderse suplantar la identidad de una persona y
acusarla de la comisión de algún delito.
- Debe equilibrarse la debida
protección de los derechos humanos a la privacidad y seguridad de las
personas con las herramientas del Estado para cumplir con su deber de
seguridad pública.
- El requisito de datos
biométricos para el uso del servicio de telefonía, incrementará la brecha
digital en nuestro país y limitará el acceso a la comunicación creando
mayores barreras para el acceso a la tecnología y la conectividad; lo cual
impacta de manera directa en el desarrollo del país pero, sobre todo, de
los grupos vulnerables.
- Existe una violación al
principio de no retroactividad de la ley, al impactar a usuarios con
líneas telefónicas adquiridas con anterioridad a la publicación del
decreto.
Es preocupante que para la discusión y
aprobación de esta reforma, se haya ignorado la advertencia realizada por el
órgano garante de la protección de los datos personales, el Instituto Nacional
de Transparencia y Acceso a la Información (INAI), sobre el “riesgo potencial
al permitir que el manejo de la información de carácter biométrico, para fines de
identificación personal, pueda ser manipulada por un número elevado de
operadores de telefonía”.
Por ello en COPARMEX reiteramos nuestra
preocupación sobre esta reforma pues vulnera derechos humanos y desvía la
atención en un padrón que traslada cargas a la ciudadanía además de vulnerar
sus derechos, siendo que el Estado debería priorizar sus esfuerzos en la
prevención, detección, investigación y sanción de delitos con inteligencia,
capacitación y presupuesto público.
Hacemos un urgente llamado al Poder
Ejecutivo federal para realizar un análisis profundo sobre los impactos de esta
medida y le solicitamos ejercer su facultad de observar esta reforma (veto) en
beneficio de la ciudadanía.
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