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El rechazo a la Reforma Constitucional en materia Electoral refleja la voluntad
ciudadana para no vulnerar la Democracia.
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La aprobación del “Plan B” en un marco de desaseo legislativo, es una maniobra
para influir en las elecciones de 2024, dando la espalda a los ciudadanos.
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De nuevo exhortamos al Congreso: No es momento de una Reforma Electoral.
Desde la Confederación Patronal de la República Mexicana
(Coparmex) hacemos un llamado a los Senadores de la República, para que no
avalen las modificaciones a leyes secundarias en materia electoral que fueron
aprobadas en la Cámara de Diputados, tras la negativa de diferentes fuerzas
políticas a la Reforma constitucional en esta materia, que fue impulsada por el
Ejecutivo Federal.
Reconocemos a las y los Diputados que rechazaron primero la
reforma constitucional, y luego los cambios a las leyes secundarias que fueron
votadas ayer en la Cámara de Diputados; actuaron en coherencia con la lucha que
durante más de 30 años ha encabezado la ciudadanía, para evitar que sea el
gobierno el que organice las elecciones.
Celebramos que en una primera votación, los legisladores de la
oposición hayan expresado su negativa a una iniciativa regresiva, que atentaba
contra la neutralidad y autonomía del Instituto Nacional Electoral (INE),
órgano que se nutre de la participación ciudadana, que actúa en apego a la ley
electoral y cuyas decisiones son revisadas o revisables por el Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que ha avalado en su
enorme mayoría, las decisiones del INE.
El rechazo a la Reforma constitucional en materia electoral debe
considerarse un triunfo de la ciudadanía que, a través de diferentes acciones
pacíficas, ordenadas y respetuosas, levantó la voz e hizo sentir su rechazo a
una propuesta que nació sin atender los esfuerzos y luchas de la sociedad por
fortalecer la democracia en el país.
Condenamos que, pese a las expresiones ciudadanas, desde el
Ejecutivo Federal y abusando de su mayoría parlamentaria, se optara por aprobar
en fast track, sin que los legisladores conocieran siquiera el contenido de lo
que se iba a votar, sin opiniones técnicas, sin diálogo, de forma desaseada y
sin llevar a cabo el debido proceso legislativo, sin un análisis profundo y sin
una discusión amplia en comisiones antes de llevarse al pleno, las reformas a
leyes secundarias, conocidas como el “Plan B”, vulnerando al INE, a los
Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE´s), así como al TEPJF.
El llamado Plan B representa un amago en contra de la Democracia,
y un desafío a los millones de ciudadanos que se manifestaron en todo el país;
es una maniobra para desmantelar los organismos electorales y allanar el camino
para elecciones con influencia del gobierno. No es fruto del consenso,
sino de una imposición.
Insistimos en que no es la forma ni el momento para una reforma
electoral que no tenga el consenso de todas las fuerzas políticas y el respaldo
ciudadano; no se trata de una reforma cualquiera, es una que golpea de lleno a nuestro
sistema nacional electoral y, por lo tanto, a nuestros derechos y libertades;
porque es claro que para que en nuestro país se viva una democracia plena, las
reglas del juego electoral, y la selección del árbitro, deben ser acordadas de
forma neutral por todos para que tengan credibilidad.
Si las fuerzas políticas quieren conquistar el poder, deben
hacerlo en un escenario parejo, respetando la ley y logrando convencer a los
ciudadanos; no mediante argucias legislativas que alteren la equidad en la contienda
electoral.
Desde Coparmex nos comprometemos a seguir impulsando la
participación ciudadana que contribuya a construir el México democrático que
merecemos; reiteramos un atento pero enérgico llamado a las Senadoras y
Senadores de la República para que no avalen estas reformas. No es pertinente
que en un año preelectoral se hagan cambios a las leyes, porque alteran las
reglas fijadas para una competencia equitativa por el poder. En México
defendemos a la democracia y a sus autoridades electorales.
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