Es importante hacer notar
que –entre otras prioridades- los informes de los presidentes municipales, son
las rendiciones de cuentas de las personas que están al frente –principalmente-
de la administración de los dineros del pueblo, de la aplicación de la justicia
a través de los cuerpos policíacos y judiciales, de las obras sociales que se
hagan durante el proceso de gestión administrativa que es de tres años, tiempo
que puede considerarse suficiente para resolver los problemas que quedaron del
anterior equipo de trabajo que estuvo al frente del municipio, de los que van
saliendo y tienen que enfrentar los nuevos administradores.
Porque es un grupo de individuos quienes representan las
diferentes responsabilidades del ayuntamiento y las decisiones que se toman
para resolverlas son precisamente de este conjunto, aunque las órdenes de
ejecución las da la cabeza o sea el primer edil, después de que los regidores y
el síndico municipal hayan analizado o propuesto las soluciones a través de
sesiones llamadas de Cabildo en las que se ponen a discusión y aprobación
-desechar o aceptar o dejar pendiente para su mejor estudio-.
Muchas de las situaciones por las que atraviesan los
ciudadanos son presentadas directamente al presidente en sus oficinas (o como
por ejemplo en las audiencias). También el equipo –o parte de él- acude a las
diferentes poblaciones que conforman el municipio para recoger y observar las
carencias y logros de los habitantes de su jurisdicción y aplicar soluciones.
Los presidentes no se dan abasto o no les ajusta el tiempo
para atender a todas las personas que van –principalmente- a solicitar ayuda
económica o rebaja en ciertos cobros; algunas les ofrecen proyectos o programas
que brinden ayuda colectiva o que pudieran servir a la comunidad, y otras
denuncian delitos o actuaciones dolosas que de alguna manera no son detectadas
por las autoridades o son francamente disimuladas o ignoradas.
Son muchas las actividades que tienen que realizar los
presidentes municipales y los encargados de las diferentes direcciones, baste
citar a los jefes de área como son: aseo y limpia, registro civil, agua
potable, tesorería, prensa, secretaría, personal adscrito, coordinación de
acción civil y un gran número de departamentos de administración y diferencia
de labores que conforman un ejercito de colaboradores entre los que se cuentan
los empleados municipales de base y los no sindicalizados, que hoy se han
convertido –ambos- por la falta de dinero –según lo dicho por las propias
autoridades, en el principal problema financiero de los ayuntamientos, aunque
el jefe de finanzas del estado asegura que no se le debe un sólo centavo a los
burócratas-, en los que no deberían faltar esos dineros porque se trata de
quienes colaboran en todas las vertientes de trabajo que realiza, salvo en las
que tiene que desempeñar el propio presidente, como gestionar ante las oficinas
del gobierno federal los presupuestos asignados así como los que elabora el equipo
de gobierno estatal para ayudarse a solventar gastos y hacer realidad las obras
que supuestamente se hacen. Pero se presume que en primer lugar están los
trabajadores y enseguida las necesidades del pueblo como son medicinas,
recolección y tiradero de basura, agua potable, seguridad y etc., etc.
Lo inexplicable es la disposición delictiva que se hace con
lo correspondiente al pago de emolumentos destinados por decreto a la
Universidad Autónoma de Nayarit, y otras raterías –porque no se pueden llamar
de manera diferente- que comete la gran mayoría de los presidentes municipales.
Control... Señores... Control... Esto es lo que entendemos
por administración municipal y punto. Entendiendo que son los datos que se
manejan en un informe del gobernador, porque se supone que nuestra entidad esta
conformada por 20 municipios, y en la cabecera se asientan los poderes:
legislativo, ejecutivo y judicial. Así es que el organigrama en el papel esta
perfectamente delineado sólo que en los resultados nomás no responden a las
necesidades de un pueblo que ciegamente
deposita en sus manos toda su confianza y sus dineros, y le salen con desvíos y
otras nimiedades en las que los centavos son mal aplicados y al parecer van a
dar a los bolsillos de los supuestos administradores de sus tesoros... si así
se le puede llamar a lo que vuelve ricos a los funcionarios.