Por: Lorena Meza Reyes.
Hace un par de
noches estando en redes sociales, vi un comentario que llamó mi atención, un
personaje que se autodenomina “El Rey Midas” de las redes sociales, defendía
vehementemente a un chófer del transporte público, quien discriminó a una
pequeña en silla de ruedas, ya que Tránsito Estatal impuso la multa y actuó
acorde con lo que el Gobernador del Estado, Roberto Sandoval Castañeda ha
instruido.
Debo de confesar que al principio se me hizo
tonto que una persona defendiera a quien cometió el abuso contra la pequeña,
sólo iba a dar mi punto de vista y me retiraría de la red social, sin embargo,
al ver las contestaciones que este “Midas” daba, no pude sino sentir que esto
tenía un fondo mas allá.
En lo personal, cuando siento algo injusto, lo
hablo, pido, explico y exijo, y si no recibo respuestas tomo las calles, pues
este gobierno ha dicho en reiteradas ocasiones que escucha y atiende, por lo
que sé que si la ciudadanía se calla, otorga.
Pero también soy
consciente de que los ciudadanos estamos acostumbrados a un gobierno
paternalista, que nos brinde todo, sin hacer la parte que nos corresponde.
Sé que nosotros
somos la materia prima de este estado, y que el mejor gobierno del mundo, con
una materia prima defectuosa, tendría exactamente los mismos resultados.
Pero volviendo a “Midas”, es vergonzoso ver
que del actuar de una persona, refiriendo al chófer, sugieran controversias y
comentarios absurdos, culpando al gobierno por no tener unidades para los discapacitados,
a Tránsito por multar a un chófer que actuó con prepotencia, por tener que
respetar un horario, a la niña por vivir atada a un silla de ruedas, a la madre
por la imprudencia de querer viajar en transporte público, (claro, lo hace
porque no tiene otra forma de llevar a su hija a terapias), en fin a todos, y
por todo, con tal de no reconocer que un adulto, pensante, completo de sus
facultades físicas y mentales, discriminó a una menor minusválida.
Entre los
comentarios me llamaron Teresa de Calcuta, drogadicta, irreal, pero después de
algunas horas, pienso y quiero encontrar el fondo, si “Midas” tiene tanto
dinero, ¿por qué no aporta y ayuda?, ¿si es tan humano como para defender un
adulto, donde está su humanidad ante una pequeña tan vulnerable?
Esto me lleva a
pensar que es el inicio de las guerras sucias veladas entre aspirantes que
esperan tiempos para poder hablar de sus propósitos, por lograr un puesto en
las siguientes elecciones. Que por ahora, por
los tiempos y leyes, no pueden hablarlo directamente y quieren crear un espacio
donde se sienta la ausencia de un redentor que surgirá dentro de unos días.
Pero señores, la ciudadanía tiene problemas
reales, dificultades en su diario vivir, no necesita que se generen estos
vacíos donde se sientan más desprotegidos, no necesitamos redentores,
necesitamos servidores públicos que cumplan, y necesitamos reconocer a quienes
lo hacen, necesitamos certezas y no promesas, no queremos más campañas de
desprestigios entre ustedes.
No queremos a los “Midas” que presumen no
necesitar nada de nadie, tener amigos en el gobierno y vivir en una élite desde
donde pueden manipular personas.
Tenemos que comprometernos como ciudadanía,
buscar espacios para estos pequeños que requieren atención especial, ser más
conscientes y humanos, y dejar de denostar las acciones de las dependencias, en
todo caso hay que denunciar abusos y no sólo criticar.
Tenemos que mejorar
como materia prima, para exigir un mejor gobierno.
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