Recientemente circuló en medios de comunicación información sobre el
fenómeno denominado “huachicol fiscal”, que consiste en el contrabando de
combustibles a través de las principales aduanas y puertos del país.
COPARMEX rechaza cualquier
negocio basado en prácticas ilegales, apoyamos las acciones emprendidas por el
Gobierno Federal en contra de la corrupción pero exhortamos a las autoridades
del sector energético a coordinarse y sumar esfuerzos para erradicar prácticas
como el “huachicol fiscal” que siguen sin ser atendidas.
Dicha actividad ilícita se realiza por personas
físicas y morales que evaden el pago de impuestos en la importación de
combustibles y venden productos a precios por debajo del mercado.
Lamentablemente cada vez son más las empresas,
estaciones de servicio y usuarios finales que deciden comprar combustible
ilegal por sus precios bajos.
Las principales modalidades bajo las cuales opera el “huachicol fiscal”
son las siguientes:
• Importación de diésel por
fronteras y puertos con fracciones arancelarias incorrectas. Por ejemplo: se
importa Diésel Ultra Bajo Azufre (producto sujeto al pago de IEPS) pero se
reporta la importación como si fuese de lubricantes (producto no sujeto
a IEPS).
• Importación de combustibles bajo
fracciones arancelarias correctas, pagando solamente una parte del producto.
Por ejemplo: Se importan 300 mil barriles de Diésel, sin embargo, al llegar al
punto de importación, únicamente se registra el pago de impuestos
correspondiente a 150 mil barriles.
Los principales “huachicoleros” son empresas que emiten facturas a favor
de sus clientes y legitiman sus operaciones con permisos de la Comisión
Reguladora de Energía (CRE) y pedimentos de importación que no corresponden a
sus verdaderas actividades.
Las principales consecuencias del “huachicol fiscal” son las
siguientes:
- Afectación
a Petróleos Mexicanos (PEMEX) y empresas privadas que operan legalmente y
pierden mercado frente al contrabando de combustible ilegal;
- Evasión
de impuestos;
- Distorsión
de los precios de mercado;
- Corrupción
en aduanas;
- Complicidad
de consumidores.
Conforme a la Ley Federal para Prevenir y Sancionar Delitos en Materia
de Hidrocarburos y la Ley Nacional de Extinción de Dominio, las empresas que
adquieren combustible de origen ilícito incurren en el delito de posesión
ilegal de hidrocarburos, con el riesgo de revocación de permisos, clausura
de actividades y sanciones privativas de la libertad.
En los últimos meses se ha observado que el “huachicol fiscal” ha
seguido en el mercado del Diésel y ha ido avanzando en el mercado de gasolina,
lo cual perjudica severamente a las empresas que importan de manera
legal.
Desde COPARMEX hacemos un llamado a las autoridades del sector
energético, en especial a la Secretaría de Energía (SENER), al Sistema de
Administración Tributaria (SAT) y Aduanas para atacar, de manera directa, esta
modalidad de huachicol de tipo fiscal, así como coordinarse con la Secretaría
de Comunicaciones y Transportes (SCT) y con la Fiscalía General de la República
(FGR) para realizar los operativos correspondientes y detener a vendedores y
compradores responsables de crear un mercado ilícito de petrolíferos.
El combate efectivo a la corrupción se da cuando las instituciones
cumplen con su función y se hace valer el Estado de Derecho. Desde COPARMEX
hacemos patente nuestro compromiso de colaborar para denunciar este tipo de
hechos ante las autoridades.
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