Tepic, Nayarit; 11 de julio de 2022.- La señora Ma.
Soledad Bobadilla es derechohabiente de la Unidad de Medicina Familiar de Villa
Hidalgo, en el municipio de Santiago Ixcuintla, Nayarit. Llega, y es atendida
de manera inmediata por Meli, la enfermera; llama la atención, pues con
familiaridad saluda a todos los trabajadores de la clínica, como si fueran sus
viejos amigos.
Recibe su medicamento y entonces, doña Sol comienza
a platicar su historia como paciente del ISSSTE, hechos que comenzaron hace
muchos años, dice ella, aproximadamente 40 o 50, ya ha perdido exactamente la
cuenta, pero todo empezó cuando era apenas una joven mujer de 26 años, y un
diagnóstico fatal al borde de la muerte:
“Entonces, se me presentó a mí la menopausia, se me
adelantó y eso me provocó un tumor hormonal en mi cerebro. Y como en esos años
aquí no había neurocirujano ni endocrino, pues se me envió a la ciudad de
Guadalajara, Jalisco. Mucho tiempo estuve yendo y viniendo, yendo y viniendo,
yo la verdad gracias al ISSSTE estoy aquí con vida”, aseguró.
Años después, siempre tratada con calidad y calidez
por el personal del ISSSTE en la Unidad de Medicina Familiar de Villa Hidalgo,
comenta doña Sol que perdió algunas de sus citas por la pandemia, e incluso,
sufrió un pre infarto que la dejó paralizada.
“Yo si ves tengo toda la piel floja, porque quedé
paralizada, no me movía para nada, entonces quedé flácida, mis cuerdas están
sueltas y toda mi piel, pero yo estoy agradecida porque los médicos del ISSSTE
me trataron y gracias a ello estoy viva, yo estoy viva gracias al ISSSTE”,
reiteró.
Soledad Bobadilla termina su historia asegurando que el personal médico, de enfermería, administrativo y de apoyo de la pequeña clínica de su comunidad es una maravilla, y se siente como en casa cada vez que es atendida.
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