miércoles, 26 de noviembre de 2025

Creemos en el poder de la solidaridad porque entendemos que hay batallas que no se enfrentan solas y que nuestra humanidad se mide en cómo respondemos ante el dolor ajeno, Claudia Hernández.

 


 


 

Desde el 2013 Claudia Hernández y Piyeya Ceceña convocan a un encuentro matutino a beneficio del movimiento de amor “Dona una peluca oncológica”. Una oportunidad de contribuir a la causa rosa que encabeza el peluquero y activista Juan Bernal fortalecido por un equipo de voluntarios desde octubre del 2012.

 

“Hace 13 años, nuestro amigo Juan decidió que su profesión no solo transformaría peinados, sino que por vocación de servicio transformaría vidas enteras. Decidió que sus manos, acostumbradas a crear belleza, también podían restaurar dignidad”, enfatizó en su mensaje Claudia Hernández.

 

Desde entonces, cada año, su causa nos reúne para ser parte de algo mucho más grande, devolver la esperanza y la fortaleza a las mujeres impactadas por el cáncer. Permítanme hablarles de lo que significa estar frente al espejo cuando el cáncer ha cambiado todo. De esas mañanas en las que una mujer se mira y no se reconoce. Donde la batalla no es solo médica, es también profundamente personal, íntima, silenciosa.

 

Porque el cáncer no solo ataca el cuerpo, también ataca la identidad. Y es en ese momento de vulnerabilidad extrema, que una peluca no es solo cabello, es volver a sentirse una misma. Que una prótesis mamaria no es solo una pieza, es recuperar la silueta que define parte de quiénes somos y que las mangas de compresión no son solo tela, son alivio, son cuidado, son amor tangible.

 

Desde hace 13 años, esta iniciativa ha tocado la vida de cientos de mujeres. Mujeres que son madres, hijas, hermanas, amigas, profesionistas, soñadoras. Mujeres que, en medio de la tormenta más difícil de sus vidas, recibieron un regalo que va más allá de lo material, recibieron el mensaje de que importan, de que su lucha es vista, de que no están solas.

 

Cada corazón que se abrió a esta causa, se traduce en una sonrisa recuperada, en una lágrima de alivio, en un suspiro de gratitud de una mujer que pensaba que tendría que enfrentar esta batalla sin recursos, sin opciones, y sin una red de apoyo. Estas mujeres necesitan llegar lejos. Necesitan atravesar la oscuridad del tratamiento, la incertidumbre del diagnóstico, el dolor de la transformación física. Gracias Juan Bernal por permitirnos acompañarte, gracias a todos y a todas por su apoyo.

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Creemos en el poder de la solidaridad porque entendemos que hay batallas que no se enfrentan solas y que nuestra humanidad se mide en cómo respondemos ante el dolor ajeno, Claudia Hernández.

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