Líneas
Por: José Ma. Narváez Ramírez.
Mucho se ha hablado, comentado y
escrito, sobre la situación del artero asesinato de los estudiantes en el
estado de Guerrero, y no se desaprovecha la oportunidad para denostar al
partido involucrado en estos desagradables sucesos que lo convierten en una
víctima más del sistema.
Este
sistema que se ha visto inmerso en hechos criminales desde tiempos de la Revolución misma,
cuajados de trapacerías, asesinatos, tragedias, engaños… y una que otra acción
heroica de alto nivel... que sin embargo los ha llevado al usufructo del mando
y de las fuerzas armadas.
Ahora
se escudan estos alevosos seres que usurpan el poder y cometen saqueos, robos,
asesinatos, traiciones… y todo aquello que suene a maldad, amparados en la
impunidad que se adjudican.
Todos
sabemos el fondo del asunto y lo aceptamos porque no podemos hacer más cosa que
denunciarlo abiertamente al pueblo… y nada más… porque no existe autoridad
alguna que reciba las denuncias en forma apegada a la demanda de justicia,
porque ellos son la justicia, la aplican y la ejercen a su favor, nunca en
contra.
Este
es un hecho lamentable, porque estamos conscientes de que nos están engañando
día con día y hacemos lo que el perro… damos vueltas en un solo lugar y a la
última nos echamos… y que ruede el mundo…
Solamente
hay tiempo para protestar en torno a una mesa de cantina, de restaurante o de
fonda, apoltronados en una banca del jardín o en una tertulia familiar y de
amigos en el café preferido… o en la cola de espera de la peluquería o del
Banco… en el carro de sitio o en la charla cotidiana en el camión de servicio
urbano… Ahí soltamos nuestro grito mudo de protesta que se va convirtiendo en
un alarido no acallado por las huestes de la opresión…
Luego
damos una ojeada alrededor nuestro y ¿qué encontramos? La triste realidad
convertida en las secuelas del desempleo, de la explotación, del abuso policial
aplicado en nuestro tiempo como un remedo de la inquisición, y tantas otras carencias
que nos envuelven en un manto execrable de necesidad… y nadie puede ayudarnos…
Esa es la verdad.
Control…
Señores… Control… Tratemos de analizar los hechos y sopesar la culpabilidad
real, cruel, manifiesta… y no resbalemos en la batea de babas en donde quieren
hacernos caer los engaña bobos…