martes, 3 de diciembre de 2013

La cacareada modernidad y la abrumadora carencia

Por: José Ma. Narváez Ramírez

Está bien, se acepta que las obras del reciente edificio utilizado como “auditorio de la gente” o centro de convenciones o corralón para espectáculos artísticos, pudiera en un momento dado servir para lo que supuestamente fue construido, pero su costo elevado en una época de crisis, si se hubiera puesto a consideración –precisamente de la gente- podemos asegurar que no se habría aceptado, por lo que el señor gobernador debe considerar que viene obrando contra el parecer general de sus gobernados.
         Porque existen varios problemas muy serios que se están generando y agravando conforme pasan los días, y por consiguiente, igualmente se dificulta la llegada natural del modernismo a nuestro pueblo. Lo que necesitamos con urgencia es empleos. Industrialización, no construcción de palacetes para engordarles el caldo a los nuevos calenturientos que se lanzarán como perros de presa hacia los cargos públicos que los anteriores despellejaron como  aves de rapiña, no enormes espacios de hormigón y cemento que aguardan a las víctimas de la publicidad nefasta atrayéndolos como abejas al panal, al comercio organizado (a las empresas) al que le sirven los funcionarios y son en realidad los “patroncitos”, a la mafia que ya se ha posesionado de vidas y haciendas…
         Necesitamos plantas procesadoras de los productos agrícolas, de los sacados del mar, de los elaborados por manos nuestras como los hubo a principios del siglo XIX en la ex Costa de Oro que a causa de la avaricia de unos cuantos fue desaparecida del mapa nayarita.
         La despepitadota de algodón del señor Fernando García, la fábrica de jabón de la firma Jara Carral, la manufacturera de cigarros de los señores Valdivia y Narváez, la fábrica de puros, la de gaseosas de don Leonel Rodríguez, la de sombreros de don Pancho “El Mocho” Ramos, la de Chavinda del Manco Valdovinos, las fábricas de huaraches de don Sabino y la de Roberto “Jojol” Parra, y tantas otras que en lugar de florecer, se apagaron por la ambición de aquellos malos ciudadanos que impidieron su crecimiento.
         Ahora de la época de oro de la industria en Nayarit, solamente quedan vestigios como lo de las ruinas de Bellavista, Jauja, el Ingenio “El Cora” de Villa Hidalgo, y otras más de los municipios del estado,  que se han cambiado por nuevas y pequeñas industrias que no resuelven la problemática actual y nuestra gente a pasos agigantados se desespera, y no tarda en lanzar el ansiado ¡ya basta¡ que pronostican los conocedores de este asunto. Porque no es posible que el gobernador Roberto Sandoval pueda barruntar que seguirá manejando su imperio de saliva tal y como viene haciendo EPN.
         Vamos pisando la tierra no nos enajenemos arriba de las bestias, debemos pensar en la gente que estamos pisoteando, a la que anda como zombie por las plazas del centro de la ciudad, la que acude a los eventos que anuncian gratuitos pero que le salen cada día más caros porque se refleja en el adeudo de sueldos a los burócratas, a la UAN, al rellenado de baches (no se diga a la renovación de la capa asfáltica) a la recolección ordenada de la basura y a la eliminación del foco de infección del Iztete, a la construcción de escuelas y al mantenimiento de las mismas, a la dotación de medicamentos y atención médica eficiente en las Instituciones de Salud, a tantas otras deficiencias que no pueden tapar con un dedo porque se les desbordan las necesidades imperiosas… Como el desmadre del vicio y la prostitución que se derrama por las calles de Tepic, sin caso alguno…

         Control… Señores... Control… Si no pueden con el tercio, por favor no lo entretengan, pásenlo a aquellos que sí quieren en verdad servir a su pueblo, no saquearlo y dejarlo en cueros que no sirven ni para mala cosa… Empleos, empleos y más empleos… 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El Gigante Despierta: Un Símbolo de Esperanza

  Por: Julio Peralta Hoy por la mañana, el Sangangüey se mostró revitalizado, dejando la quietud de la invisibilidad y revelándose en todo...