Líneas
Por: José Ma. Narváez Ramírez.
Sería vacilada o para tiras
cómicas, pero lo cierto es que el Sr. Layín volteó como calcetín remendado a
los puritanos del gobierno haciéndolos renegar con sus puntadas pero que no
dejaron de poner en el tapete de la duda a los encubridores de toda la bola de
rateros que han desfilado por los partidos, especialmente los del tricolor. Y
para que vean la importancia de sus declaraciones, ayer se comentó que habían
llegado hasta la ciudad de Londres, donde se pitorrearon de ellas.
La
verdad es que esos comentarios están para desmenuzarlos a conciencia y entrar de lleno al análisis
político de la situación que causó este sombrerudo de marras. Sucede que él
aceptó dizque haciendo chunga robar al municipio de San Blas, unos cuantos
billetes porque atraviesa por una situación de pobreza extrema, y remarcó que
si hubiera tenido más, pues no le dejaría ni para un volado… Pero “haiga sido
como haiga sido” este campesino les pone la muestra a los demás ediles que han
saqueado los presupuestos de sus municipios y aprovecharon el sainete de Layín
para poner el grito en el cielo exigiendo cárcel para el indecente y pútrido
ratero, y todavía más, los voceros de los medios pagados por el gobierno
machacaron sobre el tema varios días después pidiendo el peor de los castigos
para Layín.
Este
simpático sujeto se ha caracterizado por burlarse de la seriedad de los
acartonados funcionarios que hasta se la creen cuando se trata de ponerse
serios y hacer declaraciones a la prensa y al utilizar el micrófono para
informar de sus actuaciones al subirse al podium. Ninguno ha tenido la valentía
de decir que ha robado a manos llenas,
como ha venido sucediendo desde hace varios sexenios y de las maromas que hacen
para tapar los agujeros negros que van dejando atrás.
Bien
haya por Layín que vive para contar sus hazañas como las de “Chucho el Roto” y
se encuentra en la posibilidad de regalar dinero a los más amolados, que lo
reciben como legado del cielo.
(Vamos
a citar un pasaje de la novela de Carlos Isla, que nos narra la vida de don
Jesús Arriaga: “Baste decir que “Chucho el Roto” nació en México y vivió
durante el porfirismo, y que fue un hombre que se rebeló y combatió la tiranía
y a la injusticia imperantes. Otros antes que él lucharon por los mismos
ideales de equidad, y asimismo otros más después lo han hecho. Pues el
“bandolerismo social”, como se ha dado en llamar a este movimiento, es uno de
los fenómenos sociales más universales registrados por la historia. Pero si
bien es cierto que los hombres como él han existido en el mundo desde siempre,
como es el caso de Robin Hodd, en Inglaterra; de Mehemed el Flaco en Turquía;
de Diego Corrientes, en España; de Kent Angrok, en Java; de Robert Mandrin, en
Francia; de Sung Chiang, en China; de Salvatore Giuliano, en Italia, por
mencionar algunos, también es verdad que a “Chucho el Roto”, la historia no le
ha hecho justicia).
Control…
Señores… Control… Y hagamos una reflexión al respecto: ¿Se atreverían los
actuales funcionarios a decir categóricamente: yo si le robé al pueblo, a
sabiendas que lo dejé más méndigo que el anterior? Pero estamos rodeados de
hipócritas y desvergonzados…
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