México se puede comer la torta brasileira

Líneas

Por: José Ma. Narváez Ramírez

Todos esperamos que nuestro equipo dé la sorpresa metiéndole un par de goles al conjunto de Brasil y que Oribe Peralta sea el que se ponga el traje de héroe del partido, aunque la sombra de Neymar se cierna sobre las voluntades mexicanas y pretenda acabar con nuestras esperanzas de ver avanzar a México a las alturas de los mejores del mundo… Nosotros también somos once… Y Guardado sabe jugar atacando no solamente defendiendo…

         Así como los germanos apabullaron a su primer enemigo y Portugal quedó desfigurado con la pésima actuación de su “copa de oro”, Messi por el contrario con una rápida descarga de talento puso a Argentina en los primeros tres puntos… de esa manera se va a hablar de los delanteros mexicanos, como “El Chicharito” y Dos Santos, ”El Hermoso” o Jiménez, pero algo tienen qué hacer estos aguerridos jugadores para hacer ver mal a un Vela que los despreció o ver bien a un Méndez que se quedó en el camino.

         Lo cierto es que la pelota es redonda y hoy se inclinará para aquél que le meta más ganas a este juego de las patadas que enciende las pasiones gracias a la canija televisión.

         Ambos equipos tienen con qué y aunque Brasil está en su gallinero, nuestro México es gallo donde quiera y si se trajo el mundial olímpico, ¿quién me dice que no se puede agenciar el brasileño?

         Ojala despierte El Bulli, y El Campeón se aviente su gol primero en este campeonato, esperando también que El Piojo no vaya a perder la cabeza y siga adelante como hasta ahora, aunque tengan que luchar contra el arbitraje y contra los fantasmas de cada cuatro años.

         Que le den chance al más chaparrito de todos y que si vuelven a jugar como lo hicieron en el primer partido, tengamos la seguridad de que le van a causar problemas a los nietos de Pelé y además, los mexicanos ya merecen festejar una de cal por las que van de arena, ya que puras malas se escuchan por aquello de las peinches actuaciones de don Enrique y don Roberto, que parece que hacen las cosas bien y nada resulta satisfactorio.

         Nos espera un mediodía tenso, rasposo y muy ríspido, pero si las cosas se componen y no mete la cola el chamuko, México saldrá triunfante… por aquello de que resulte un empate: salir a mano es ganancia y si nos golean, será porque nos “chingan las pawas” –como dicen los jarochos- con un arbitraje comprado.

         ¡Vamos México!... Control… Señores… Control… Y nos podemos comer la torta brasileiro… sin que nos provoque indigestión, por el contario: ¡buen apetito!