C O N V O C A T O R I A VI Concurso de Oratoria Juan Escutia

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jueves, 30 de octubre de 2014

Cuentos del Tío Chón AGAPITO EL PEYOTERO

(Segunda parte)
Por: J. Acensión Jiménez Flores.


Agapito le pregunta a su papá ¿Cuándo vas a empezar a enseñarme sobre ese conocimiento que me hablaste? Mira, te voy a platicar sobre algunas cosas importantes que tienes que aprender. Primero te voy a explicar que significa "parar el mundo", tienes que aprender a poner tu mente en blanco, no permitir ningún diálogo interno, para esto tienes que estar solo, vete a una cueva y practícalo, no debes de tener contacto con ninguna persona mientras permanezcas solo hasta que lo logres.
Después practicarás la humildad, iras tu solo al árbol que yo te indique, te hincas ante él, y le pedirás por favor que te deje cortar unos frutos.
Agapito le pregunta a su papá, ¿Por qué tendría que hincarme a un árbol si no me ve, ni me oye lo que le diga? Mira hijo los árboles son parte de los seres vivos que habitan este mundo, no ven pero si sienten, están vivos, tienes que hacerlo, eso te va a ayudar a desinflar tu ego, esa importancia que siente el hombre común que anda prendido y enganchado a sus semejantes, en busca de la aceptación de quien lo mira y cree que esa, es confianza en sí mismo. La confianza implica conocer las cosas con certeza total.
La humildad es ser impecable en los propios actos, pensamientos y sentimientos, porque todo lo que somos y hacemos depende de nuestro poder personal.
Todo esto debe de practicarse poco a poco, son técnicas que tienen el objetivo de cambiar las ideas que tenemos del mundo y de nosotros mismos, con lo cual se ahorra energía, con mucha disciplina, pero sin tensiones ni obsesiones, sin miedo a perder y sin la ambición de ganar.
Esto te enseñará a tomar tu destino, sea el que fuere, con la máxima humildad, no como base para quejarse, sino más bien para librar batallas y aceptar desafíos en la vida.
La humildad del hombre de conocimiento no es como la humildad del pordiosero, no se tiende a los pies de nadie, pero de la misma forma no permitas que nadie se tienda a tus pies.
Quiero que aprendas a ser un guerrero, que seas inflexible en esa búsqueda, manteniendo una actitud positiva frente a la vida y las cosas de la vida, que te permita liberarte del miedo, de la ambición, de la queja y la tristeza, reflexiona que nadie le hace daño a nadie, que uno mismo se hace daño solo; con la gente y los sentimientos, no te enganches, que nadie te presione, ni te mueva y no te obliguen a hacer cosas que no quieras, deja que fluya tu ánimo y al final de cada evento terminaras fortalecido.
Mira hijo esto que te conté, no es ni una milésima parte de lo que hay que aprender, nuestros ancestros a través del tiempo, nos han legado un cúmulo de conocimientos desconocidos por la gente común, y muchos de esos se han perdido, principalmente por los embates despiadados de los primeros conquistadores de México, las tribus indígenas perdieron gran parte de todos los adelantos que ya tenían sobre diferentes técnicas, como la agricultura, medicina herbolaria, astrología, arquitectura, escultura y brujería. Ten calma hijo poco a poco aprenderás los conocimientos de brujería que yo te puedo enseñar.
No consuman “DROGAS” para que sean aceptados “INTEGROS” en la sociedad.
(P. D. Algunos conceptos fueron tomados del libro de Guillermo Marin titulado "Para leer a Carlos Castañeda").


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