Tepic, Nayarit; 17 de septiembre de 2020.- Una de las manifestaciones importantes de la participación de la sociedad en la construcción de una vida democrática, se da por conducto de la protesta social, dando lugar al derecho a manifestarse públicamente, para exponer, entre otros casos, un reclamo específico, del cual, en la gran mayoría, se requiere sea atendido con prontitud, por la autoridad competente. Constituye, además, un medio legítimo de presión hacia las autoridades y una forma de control democrático para que éstas escuchen las necesidades expresadas y busquen vías adecuadas para atender los reclamos de la sociedad, privilegiando para ello, el diálogo como medio pacífico de solución de conflictos.
Así pues, su ejercicio permite a los ciudadanos
discutir y criticar a los titulares del poder público, así como debatir
reflexivamente para la formación de posición frente a los problemas colectivos.
La protesta social, entonces, tiene como principal objetivo
el de exigir al Estado, la respuesta a exigencias concretas o para hacer
patente de manera pública una denuncia por abusos cometidos por la autoridad o
en su caso por violaciones a derechos humanos.
En lo particular, el 16 de septiembre de 2020 un grupo
de personas realizó una protesta social en las instalaciones de la Comisión de
Defensa de los Derechos Humanos para el Estado de Nayarit, para lo cual
plasmaron “pintas” con aerosol, tanto en la fachada del inmueble, así como en
los muros, en el piso y en algunos escritorios del área de la Visitaduría
General de la Comisión, con leyendas como: “violador”, “asesinos”, “Tepic
machista van a caer”, “violadores”, “ni una más”, “mi amiga tuvo que huir por
miedo”, “justicia”, “vivan las muertas y las asesinadas”, “hagan justicia”, “en
México nos violan feminicidas” y “Estado violador”. Además, de provocar otros
daños materiales.
Esta protesta social visibiliza los reclamos e
inconformidades ante el incumplimiento de la obligación de las autoridades en
garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, en
cualquiera de sus manifestaciones y espacios en los que se realice, así como su
derecho de acceso a una justicia real y efectiva. De modo que esta Comisión
reconoce el legítimo reclamo de justicia.
Sin duda la indignación y el reclamo de las mujeres en
nuestro Estado son justos y de atención urgente por parte de las autoridades
competentes. En Nayarit, hacemos de este reclamo una oportunidad para que la
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos para el Estado de Nayarit y la
sociedad civil, definamos y demos vida a una ruta de trabajo compartida para
avanzar en la defensa de los derechos humanos de todas las mujeres.
Así mismo, esta Comisión está abierta para generar los
canales adecuados de comunicación, diálogo y trabajo con los colectivos de
víctimas y población en general, mediante mecanismos eficaces e incluyentes,
pues se entiende que es fundamental asegurar y fortalecer las vías del diálogo
y garantizar el derecho a la protesta social, comprendiendo y compartiendo sus
justos reclamos y su molestia, disgusto o enfado ante la falta de respuestas
por parte de las autoridades de procuración y administración de justicia.
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