Por: Robin Zavala
Cuantos
cuentos de cuentistas no nos hemos encontrado los últimos dos años, tal como es
el caso de esos que prometen y prometen, pero nunca cumplen, un futuro que no
existe bajo un supuesto él o ella, eso no me consta, pero sí de la inactividad
de su lado izquierdo del cerebro que no retiene lo que dice, simplemente lo
olvida y del hemisferio derecho que se hace bolas así mismo y pierde el
control.
Resulta
que ya van varias, que los compañeros, sobre todo aquellos, los que te duelen,
porque te vieron crecer, te ayudaron y que sabes que todo el año trabajan, se
han sentido aquejados, olvidados y discriminados por la dirección de prensa de
gobierno del estado.
Miles
de propuestas tiradas a la basura, algunas dichas al aire y se vuelve tal como
lo que el viento se llevó, decenas de injusticias, en el que se te dice que un
apoyo es mínimo y como polen se va sin tocarlo alguna vez.
Cuantos
compromisos de los compañeros, necesidades básicas y algunas extraordinarias
que con la justa condición de que el Secretario de los Servicios de placer,
jura y perjura darles todo su consuelo, cuando a la mera hora, solo da atole
con el dedo.
Poco
queda del beneficio de la duda, sobre todo de algunos compañeros, que si tienen
la dicha y la cobija del sombrero, la protección del pelón y la sonrisa de
ricitos de oro, que te brinda una mano amiga, cuando te necesitan, pero cuando
no, no hace falta una patada en las sentaderas, cuando menos piensas ya te
dieron la espalda, te dieron carpetazo, te mandan un correo tarde o te
dan portazos de camionetas de lujo.
El
jugar con los sentimientos de una dama, con las aspiraciones del
profesionalismo o con los sueños de la juventud, es de lo más terrible que
puede hacer un supuesto caballero, que primero finge que te da la mano, pero en
cuanto te das la vuelta, de inmediato te borra de listas o ni siquiera te toma
en cuenta.
Ya
basta ricitos de oro, ya basta de pavonearte entre Madrid, Miami y Houston,
ponte a trabajar o le das al turismo, o tratas bien a los compañeros, con
respeto al menos, sin mentiras y ni falsas promesas, con la verdad, con el
sombrero bien puesto, de frente y sobre todo con la firme intención de tomar en
cuanta a todos los sectores de la comunicación.
¿Que
los periodistas no son gente? Primera llamada, las compañeras no están solas...
...Raúl Rodrigo Pérez, cuéntame un cuento que si te crea y házmelo realidad.
...Raúl Rodrigo Pérez, cuéntame un cuento que si te crea y házmelo realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario