“Estamos muy contentos con el Gobernador, pues gracias a los alimentos que nos mandó, tendremos algo que comer mientras las lluvias pasan; cuando los vimos llegar sentimos mucha alegría, los vimos desde lejos que estaban batallando en el camino, había muchas piedras y árboles que no dejaban pasar los carros”.
Así se expresaron algunos pobladores Guásima del Metate, municipio de El Nayar, una de las comunidades indígenas más alejadas de Nayarit, hasta donde se hacen más de 12 horas para llegar —sobre todo en tiempo de lluvias— y sólo es posible arribar en camionetas de doble tracción.
“Aquí nunca antes habían llegado los apoyos, nos tenían muy olvidados, pero ahora nos han traído muchos beneficios: les dieron beca a nuestros hijos para que sigan estudiando, nos trajeron frijol y maíz, nos tramitaron el Apoyo PROSA y nos dieron fertilizantes y herbicidas para nuestras siembras”, señaló entusiasmada la señora Martha.
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