Por: Lorena Meza Reyes.
Llega
navidad y con ella los recuerdos, los propósitos no cumplidos, la realidad económica
que no es mejor que el año anterior, y se siente nostalgia por los momentos
vividos no valorados, trabajo hecho por
cientos y no remunerado, promesas recibidas no cumplidas y en lo general un país
sumergido en la violencia, la miseria económica y humana.
Y entre
tantos pensamientos negativos podría decirse que al hacer un balance el
resultado es negativo, pero la realidad es que no.
Hoy no hay
un gran árbol adornando mi casa, no habrá una gran cena, tampoco tendré a mis
padres y hermanos alrededor de mi mesa, pero
tendré la alegría de tener a mis hijos, mi pareja conmigo, reunidos,
sanos y en paz, algo que no había visto ni valorado, hasta que vi lo que la
madre de un normalista de Ayotzinapa desaparecido que hablo de esta navidad
Y es que
entre la mercadotecnia, la globalización y diría mi madre la quedadera bien, al
hacernos falta el dinero para adornos, regalos paseos etc. Olvidamos lo
realmente importante, el ser, el estar.
Hoy soy
madre de familia que puede disfrutar de hijos sanos y unidos, soy pareja de un
hombre que me enseño que se comparte la vida no lo que se tiene materialmente,
soy una mujer que trabaja, lucha y por fin puede caminar, aunque cojeando un
poco, pero avanzo firmemente.
Hoy por eso agradezco
a Dios su infinito amor y bondad, y deseo que todos y cada uno de los que me
leen tengan el más grande de los regalos, que sin duda es, la familia reunida,
con salud, amor y bienestar, lo demás es lo de menos. Feliz Navidad
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